Los tiempos de cocción, los menús de tres tiempos (primer plato, segundo y postre), los cinco tiempos de comida (desayuno, colación, almuerzo, colación y cena)… No cabe duda de la relevancia del tiempo en una cocina profesional. Los chefs necesitan medir los tiempos, y los más laureados se asocian a las mejores firmas relojeras para dominarlos.
De unos años a esta parte, las estrellas detrás de los fogones se han convertido en “amigos” de varias marcas del gremio. Entiéndase como amigo una suerte de embajador, en nómina o no, de la enseña en cuestión. Porque la alta gastronomía y la alta relojería comparten, además de mesa, la precisión, la artesanía y el placer que producen, como demuestran las siguientes colaboraciones recientes:
Breitling
Tan ligada está la marca a la gastronomía que a principios de año abrió su segundo restaurante, el Breitling Kitchen Ginebra, para el que el colombiano-francés Juan Arbeláez, “socio culinario” de la firma, pensó un menú inspirado en la comida callejera y elaborado con productos de la región. Lo hizo un año después de inaugurar su primer establecimiento de este tipo, ubicado en Seúl (Corea del Sur), “un loft industrial [con una boutique, un café, una terraza y un restaurante] que dice todo sobre nuestro enfoque informal, inclusivo y sostenible del lujo”, dijo Georges Kern, consejero delegado de Breitling.
Zenith
El chef australiano Josh Niland acaba de engrosar la lista de amigos de la marca, participando en la iniciativa Horiz-On de Zenith, que busca concienciar sobre un futuro más sostenible. El cocinero es un pionero a la hora de utilizar todas las partes del pescado para crear sus platos. Antes que con él, la firma ya colaboró con el pastelero de París Jeffrey Cagnes y con Matthieu Dupuis Baumal, al frente del restaurante Château de la Gaude, en Aix-en-Provence (Francia).
Hublot
Si tendrá relación con las cosas del comer (desde que hace un lustro sus responsables invitaron al chef helvético Andreas Caminada a ser su “amigo”) que el año pasado lanzó el Big Bang Unico Gourmet, un reloj fabricado con acero de Damasco, el mismo que da forma a los poderosos cuchillos que utilizan los grandes cocineros. Su presentación en París contó con la presencia de los chefs Eneko Atxa, Paul Pairet, Anne-Sophie Pic y Yannick Alléno.
Blancpain
Los estrechos vínculos de Blancpain con la alta cocina comenzaron con su trato con el gran Frédy Girardet, chef del restaurante del Hôtel de Ville de Crissier (Suiza), de quien se dice que revolucionó la cocina del siglo XX. En 1986, la relojera regaló a Girardet un modelo de la casa grabado cuando fue aclamado como mejor chef del mundo. Y, en 1989, en el momento en el que Girardet, Joël Robuchon y Paul Bocuse fueron proclamados como Cocineros del siglo por la guía de restaurantes franceses Gault et Millau, Blancpain también les obsequió con un reloj, y su círculo de amistades entre las cocinas más aplaudidas fue creciendo. Actualmente la relojera se rodea de Martín Berasategui, Rui Paula, Edgar Bovier, Marie Robert, Julien Royer y el dúo alemán Sühring, entre otros. Todos ellos premiados con estrellas de la Guía Michelin.
Jaeger-LeCoultre
Colabora desde 2021 con la pastelera parisina Nina Métayer en el marco de Made of Makers, un programa de colaboraciones con artistas y artesanos de diversas disciplinas que comparten los valores de Jaeger-LeCoultre.
Cartier
En 2022 eligió al famoso pastelero Cédric Grolet, que hace las delicias de los instagramers, como embajador de la marca, después de que Grolet ejerciera ese papel con Piaget desde 2019.
Bell & Ross
Julien Dugourd, pastelero, no cocina sin su Bell & Ross en la muñeca. Creó un pastel de chocolate y caramelo a imagen y semejanza del reloj BR 01 Cyber Skull, con sus tibias y su calavera, con el que se nos hace la boca agua.