Los datos que se obtienen de los usuarios y del uso que se hace de determinados aparatos está cambiando la forma en que operan las empresas. En el caso de los frigoríficos inteligentes, los cuales reconocen los productos almacenados en ellos recordando a su propietario cuando se están agotando y necesita comprar más. Más aún, cuando un producto se está agotando, el frigorífico es capaz de sugerir al consumidor opciones dietéticas más saludables. Pero, además de impactar en la experiencia del usuario final, la capacidad de estos aparatos para recopilar información y datos está alterando la estrategia comercial de su productor.
“Estamos experimentando una transformación digital a 360º, pasando de un fabricante de hardware a proporcionar hardware, software y servicios”, explican desde esta empresa. Este modelo de negocio está sufriendo una profunda transformación al dejar de ver al cliente como consumidor de una sola vez para mantener una relación de por vida.
En 2012, las personas generaron 2.8 billones de GB de datos en todo el mundo, lo que equivale a 10 millones de discos Blu-Ray. Para 2030, se espera que esa cifra se multiplique por 40. En 2010, había 12.5 mil millones de dispositivos conectados a internet en el mundo pero en 2020 habrá más de 50 mil millones (incluyendo móviles, electrodomésticos, televisiones…). Esto supondrá que el aumento de datos necesite ser procesado para obtener información valiosa, por lo que las grandes compañías se verán obligadas, todavía más, a desarrollar mejores algoritmos para procesar estos datos.
El cómo asegurar estos datos es otra preocupación. Sundar Pichai, CEO de Google, está trabajando con su equipo en resolver los problemas de privacidad del mundo real en las redes e internet a través de la Inteligencia Artificial y el CEO de Tuya Smart explica que “cuando se trata de privacidad, las corporaciones deben ponerse en el lugar de los consumidores. El consentimiento de los clientes es clave cuando se trata de manejar sus datos ya sea en una cuenta de email o de un frigorífico”. Lo ideal sería que los algoritmos que procesen la información estén cifrados, haciendo que cada punto de la cadena esté blindado y ofrezcan una seguridad completa de extremo a extremo. Entonces, ¿cómo serán los frigoríficos de nuestros bisnietos?