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Ante una incidencia cada vez más notable del cambio climático en el cultivo de alimentos, la industria está intentando revertir la situación a través de la ciencia y la innovación tecnológica. En este sentido, China, como el mayor productor y proovedor mundial de patatas, está implementando una serie de estrategias con las que resistir o adaptarse al constante aumento de las temperaturas mediante un nuevo enfoque.
Un elenco de investigadores científicos perteneciente a los al Centro Internacional de la Patata, dirigido por el biólogo molecular Li Jieping, está desarrollando ciertas metodologías con las que hacer las patatas resistentes al clima. Para ello, el equipo cultiva patatas en una pequeña maceta, introduciéndolas en condiciones de altas temperaturas que predicen reflejan la trayectoria inevitable del cambio climático.
Las patatas resistentes al clima de China pesan sólo unos 0,13 kg, justo la mitad que la patata media del país. Li y su equipo llevan tres años trabajando en la resistencia climática. Su principal objetivo es mejorar la resistencia al calor, ya que las patatas son sensibles a las fluctuaciones drásticas de temperatura. Descubrieron que la exposición al calor aceleraba el crecimiento, pero afectaba negativamente al rendimiento general.
Como consecuencia a todo este paradigma, existe una creciente demanda de variedades de patata menos susceptibles a los cambios de temperatura. Y las patatas desarrolladas por este equipo de científicos chinos sería una de ellas, a pesar de que aún no haya quedado claro el momento de su expansión global.
