La asociación de expertos cerveceros se une a Glovo para crear la primera guía de maridaje de las tapas más pedidas en delivery con una serie de cervezas seleccionadas por Cerveceros de España. Y es que, según la última edición del Barómetro GastroEspaña, elaborado por Glovo, las croquetas, la tortilla de patatas y la ensaladilla son las recetas tradicionales más demandadas a domicilio. Le siguen el cachopo, los canelones, los churros, la paella, el bocadillo de calamares, el pulpo a la gallega y el gazpacho. Pero ¿con qué tipos de cerveza podemos combinar estas tapas?
Para empezar la cata, dos emblemas de la gastronomía española se unen en unas croquetas con Blonde Ale. Es decir, la tapa más pedida en delivery con esta cerveza a base de cereal y notas herbáceas y afrutadas que, además, nos refresca el paladar entre bocado y bocado. Por su parte, la carbonatación potencia el rebozado crujiente al mismo tiempo que limpia el paladar de la fritura.

La tortilla de patata marida con la Brown Ale, según los expertos cerveceros. Esa fusión se logra gracias a su variedad de alta fermentación y cuerpo medio, haciendo que sus notas tostadas y caramelizadas potencien el sabor de la cerveza y viceversa.
Otra de las tapas más queridas de la cultura Made in Spain es, sin lugar a dudas, la ensaladilla rusa. Y qué mejor que combinarla con una Lager Rubia y disfrutar de su poder refrescante que aporta la limpieza que el paladar necesita tras el ligero toque ácido y avinagrado de los encurtidos. Finalmente, los sabores a pan blanco y frutas blancas de la fermentación se complementan con la cremosidad de la ensaladilla.

El cachopo asturiano, caracterizado por su salado intenso y su gusto umami, se marida con una cerveza con notas dulces y especiadas como una Weissbier. Su alta fermentación y carbonatación logra romper con la cremosidad del queso y potenciar la textura del rebozado.
Otra de las combinaciones que propone ‘La Guía Cerveceros‘ es la de los canelones con una Block. ‘El ligero toque dulce que desprende esta variación de cerveza evoca a notas de galleta y tostado que combinan a la perfección con este plato tan versátil. Una fusión con mucho cuerpo que potencia los sabores en boca y se complementan en texturas, densas, pero sin sobrepasarse.’
La sorpresa llega con la combinación de unos churros con una de las cervezas más dispares a nivel global, la Stout. Esta cerveza negra destila sabores de cacao y café que estimulan esta combinación entre los tonos amargos de la bebida con el dulce del gran clásico del desayuno castizo.

La paella se marida aquí con una IPA. ‘La carbonatación y sequedad de esta variedad, que trae consigo un gusto amargo buscado por los amantes de la cerveza, permiten que los granos de arroz se suelten en la boca. Por su parte, el contraste generado por los cambios de temperatura, junto con los sabores especiados y vegetales de la paella, permite tamizar el toque picante del alioli.’
Mientras tanto, recomiendan degustar el icónico bocadillo de calamares madrileño con una Radler, una cerveza donde predomina la frescura y las notas cítricas que acompañan la salinidad del calamar, mientras que la carbonatación ayuda a limpiar el paladar de la fritura.
El pulpo a la gallega casa con una Dunkel puesto que el tostado distintivo de esta variedad de cerveza ofrece matices a frutos secos y pan tostado que ayudará a regular el sabor a pimentón que suele acompañar a esta receta.

La guía culinaria se cierra con un gazpacho con Pilsen. La primera cerveza rubia de la historia, es un tipo de cerveza amarga con toques especiados, picantes y balsámicos, que acompañan los matices vegetales de las hortalizas, pimientos y pepinos. El juego de texturas y sabores entre ambas bebidas potencia esta combinación.