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L’Entrecote Café de París celebra ahora su primera década en Madrid con una nueva apertura en el barrio de Chamberí, marcando otro hito para el mítico bistrot parisino que generó todo un culto en torno al plato de entrecot más famoso del mundo. Pero antes de poner el foco en la novedad, profundicemos en las claves del éxito de esta institución gastronómica, volviendo a los orígenes, a dónde empezó todo.
Su historia comienza en 1930, cuando Monsieur Boubier y su esposa, propietarios del restaurante Le Coq d’Or situado en Ginebra, Suiza, cocinaron la fórmula mágica: su icónica salsa que acabaría cautivando a infinidad de comensales de todo el mundo.
Los Boubier serían los que trasladarían la receta de la salsa a su hija, quien se casaría entonces con Arthur-François Dumont, propietario del restaurante Café de París, situado también en Ginebra, y le traspasaría asimismo esa fórmula insólita.
Un único plato en la carta
Desde 1942, habiendo visto el impacto generado con la elaboración, Dumont decidió centralizar su propuesta a tan sólo un único plato: una pieza de buey fileteada con salsa, servida sobre una bandeja de plata.
En los Café de París de la capital madrileña, que evocan el interiorismo y la estética de un auténtico bistró francés, con grandes espejos cubriendo las paredes, monumentales lámparas de cristal, y todo el romanticismo que lo envuelve, se puede solicitar precisamente ese menú por 27€.
Eso sí, de manera previa al inicio del ritual, los camareros proponen varios tipos de cocción de la carne: Bleu, Saignant, A Point, Rose y Bien Cuit. La fuente viene acompañada de un panecillo de estilo payés, una ensalada y patatas fritas artesanales.
La salsa secreta
Si ha habido algo por lo que ha destacado este mítico restaurante ha sido por su salsa, que ha eclipsado a los visitantes desde el empresario Pablo Caruncho abriese sus puertas en Madrid hace una década.
Esa leyenda suspendida entre el misticismo de su salsa de mantequilla con otros 24 ingredientes secretos, que ningún chef ha sido capaz de recrear, continúa manteniéndose a día de hoy codificada.
En este sentido, ni siquiera los chefs de los otros establecimientos de la cadena han podido descifrarla, recibiendo entonces cada día la salsa del entrecote del Café de París original de Ginebra, que viaja en avión a primera hora de la mañana para llegar a tiempo a la mesa.
La nueva apertura
El restaurante situado en el número 13 de la calle Eduardo Dato se suma a sus dos locales en Madrid, situados en Conde de Aranda y Félix Boix; sincronizados en la misma línea que su original de Ginebra, compartiendo la identidad, el menú, así como esa estética evocadora y una serie de elementos de diseño como el suelo de damero o las bancadas de piel burdeos.
La cocina, de horario ininterrumpido, permitirá en este local disfrutar en cualquier momento del día de su famosa propuesta que maridar con su selección de vinos nacionales y franceses, a la que ponerle la guinda con postres deliciosos como la Crème Brulée o la Crêpe Suzette.
