En tiempos donde los destilados y la coctelería forman casi parte de nuestro día a día no resulta sencillo saborear la exclusividad. Es entonces cuando una marca contemporánea, que aúna herencia y carácter, diseño y calidad, se reafirma para marcar la diferencia. Elaborada de manera artesanal, con productos de calidad, Le Tribute es una ginebra fresca, y a la vez seca, justo lo suficiente.
Un destilado premium pensado para el consumidor más exigente, comenzando por su botella, única –como la ginebra que contiene–, de forma cuadrada y estriada; toda una oda a la belleza. Un tributo a la elegancia, pero un tributo especialmente a la receta de la familia Giró y al fundador de las Destilerías MG, a 50 km de Barcelona, donde se elabora. Esa receta, que ha perdurado con los años, mantiene la tradición y junto con la innovación se acerca a un concepto urbano que apetece por su espíritu cítrico, notas mediterráneas como la mandarina, el pomelo o el enebro y otros más exóticos traídos de oriente como el kumquat, el lemongrass o el coriandro.
Una tónica a la altura de su ginebra
Cuenta la leyenda que la condesa de Chinchona en 1693 se curó de sus fiebres y malaria gracias a una infusión de corteza de un árbol de quina, en Loja, Ecuador. Es de allí de donde procede la quinina, ingrediente esencial para preparar tónicas. Ésta en concreto, embotellada en un elegante frasco de color ámbar, la primera cuadrada dentro de las bebidas carbonatadas –más pequeña que la ginebra a la que acompaña–, también ha utilizado otros ingredientes naturales para su elaboración. Además para su destilación recurre al lemongrass y al agua, que proviene de un manantial natural de la propia destilería. Detalles que sobresalen, convirtiéndola en única, como conseguir una burbuja más amplia y duradera, utilizando las últimas tecnologías para enfriar el líquido hasta los 2ºC. Toda una suerte este reconocimiento a los pioneros que ahora podemos disfrutar.
Disfrutar de un consumo responsable. 43º Vol