El verano no es lo mismo sin pelearse por el mejor sitio en una terraza. Y si es de las que están tocando el cielo, apaga y vámonos. Todos los años, cuando comienzan las altas (a veces, más de lo que nos gustaría…) temperaturas, Instagram se llena de fotos en azoteas: vistas 360 grados de toda la ciudad, cócteles tropicales y un atardecer de película que pone el telón de fondo al skyline. ¿Suena bien no? Las de Madrid ya las conocemos… pero he aquí las mejores de Barcelona, para que puedas presumir como un verdadero influencer y disfrutes del verano de la mejor manera.
The Roof (The Barcelona Edition)
La ubicación del hotel en el que se encuentra ya suma puntos: está en el Born, justo al lado del Mercado Santa Caterina y a un tris del Museo Picasso, el Palau de la Música y la Catedral. Desde lo alto (está en la décima planta), quien la visita puede deleitarse con el mar de azoteas pertenecientes a los pequeños edificios históricos del corazón gótico de la ciudad, desde sus pequeñas mesas, sus sofás, sus butacas o sus hamacas. La carta propone fórmulas a modo de street food asiático.
360º (Hotel Barceló Raval)
Puede presumir de tener una de las mejores panorámicas de la ciudad condal: está ubicada en la planta 11 del Hotel Barceló Raval y desde cualquiera de sus mesas altas puedes contemplar Barcelona al completo. Su restaurante multifuncional (picoteo, almuerzos, cenas a la carta, brunch con Dj en directo…) se encuentra en la planta baja, pero lo suyo es subir después del atracón a disfrutar del atardecer. Cóctel (o copa) en mano, ya sea de día o de noche.
Verbena (Monument Hotel)
El del Monument (hotel que, por cierto, está situado en la casa de Enric Batlló, una joya arquitectónica del siglo XIX que forma parte del Cuadrado de Oro de L’Eixample) es un rooftop intimista, repleto de vegetación, con zona chill out, sofás y mesas al borde de la piscina. Y lo mejor es que su propuesta gastronómica está diseñada por Martín Berasategui: raviolis de rabo de ternera con salsa de foie y oporto, croquetas de jamón ibérico con mayonesa de trufa… y hay que probar su famoso bokata Martintxo (solomillo de vaca gallega con crema de sardinilla y patatas fritas).
La terraza del Pulitzer (hotel Pulitzer)
Esta azotea anima las tardes de locales y foráneos con su concepto fiestero #BuenasTardesPulitzer: los miércoles son de pop, electrónica y funk y los jueves, viernes, sábados y domingos están destinados a sesiones de reconocidos DJs de diferentes clubs. ¿Para los más foodies? Gastronomía informal inspirada en el street food, cosa del chef británico Olly Melhuish. Triunfan opciones como el pan de pita con pollo marinado a la brasa (o con cordero estilo marroquí) y la burger con queso de mahón acompañada de boniato.
83,3 Terrace Bar (hotel Royal Paseo de Gracia)
Presume (en su web) de ser la terraza más alta de L’Eixample y sus vistas (desde luego) son maravillosas: es como si desde sus mesas se pudiera tocar la Sagrada Familia, el mediterráneo y la Montaña de Montjuïc. En la carta, que combina street food internacional y tapeo de toda la vida, propone fórmulas como las gyozas de langostino y verduras con salsa ponzu y las patatas bravas con salsa secreta.