Hoy hablamos de ella, la Tuber Melanosporum, una delicia gastronómica que durante siglos ha fascinado a reyes, filósofos, cocineros o sibaritas. Y que hoy sigue haciéndonos la boca agua a muchos al observar cómo sus láminas caen sobre un plato de pasta o un tartar de carne (ras-ras). De que la podamos disfrutar, ya sea en casa como en multitud de restaurantes, tiene la ‘culpa’ Laumont, una consolidada empresa con más de 40 años de experiencia que goza de una gran reputación. Y es que trabajan en la constante búsqueda de la excelencia a todos los niveles, así como en la implementación de las mejoras necesarias para estar siempre a disposición de los clientes.
De la tierra a la mesa en un solo día
Hacen fácil lo difícil porque, gracias a su tienda online para particulares, es posible recibir esta joya culinaria en casa en menos de 24 horas. Pero ¿cómo lo consiguen? La clave está en su gestión de una extensa red de recolectores, con más de 500 agricultores en todo el país que cultivan siguiendo sus consejos y reglamentaciones, quienes les proporcionan el producto fresco a sus mercados e instalaciones mediante diferentes canales. Tienen un centro de selección y distribución de trufas en Tàrrega (Lleida), una tienda online (laumont.shop) y están presentes en Mercabarna, Mercabilbao y Mercamadrid.
La recolección se produce en los meses comprendidos entre noviembre y marzo, siempre en bosques y cultivos de encinas, siendo España el mayor productor a nivel mundial –Laumont comercializa más de 25.000 kg de trufa fresca al año–. Una vez el producto llega a sus instalaciones, cada trufa sigue un proceso de selección artesanal para garantizar su calidad y buen estado, algo esencial en seguridad alimentaria. Después se clasifican en función de su forma y categoría (trufa negra extra, calidad primera, calidad trozo y trufa pequeña), se empaquetan en embalajes especiales en frío y se envían al cliente final. Voilà, ya tienes sobre la mesa una trufa de la más alta calidad.
La joya de la corona y de la cocina
Tiene un intenso y característico sabor que logra ser protagonista de todos los platos en los que se emplea. Y es que se puede utilizar en multitud de recetas sencillas (no necesita cocción para ser consumida), pero con las que se logran grandes resultados: foie con trufa negra, huevos revueltos con trufa, tostadas de jamón ibérico y foie o, en una simple tostada con AOVE, trufa y sal. Queda muy bien en platos italianos como la pizza cuatro quesos, la lasaña con setas o la pasta con crema de nata; sólo hace falta rallar unas pocas láminas sobre el plato para convertir cada receta en inolvidable.
Uno de los grandes amantes de este producto es Martín Berasategui, asesor gastronómico de Laumont y propietario de numerosos restaurantes reconocidos por la Guía Michelin, siendo el cocinero con más estrellas Michelin de España (12 en total) y tercero del mundo. Martín y Laumont comparten la pasión por el trabajo bien hecho y el compromiso con la excelencia. Así, el chef no duda en recomendar a todos los restaurantes de alta cocina el empleo de Laumont, por su alta calidad y maravilloso servicio de atención al cliente.
En estas Navidades, trufa negra para todos
Si quieres sorprender a tus invitados y transformar las navidades en unos días especiales, toma nota de esta receta que nos facilita Laumont. En su web puedes comprar trufa negra fresca y sacar muchas ideas en forma de receta.
Tartar de ternera con mantequilla trufada
Ingredientes para cuatro personas:
· 150 gr de mantequilla salada
· 10 gr de trufa negra
· 500 gr de solomillo de ternera
· Media cebolleta
· Sal
· Pimienta
· Aceite
· Coñac
· Tostadas
Elaboración:
- Previamente dejamos la mantequilla fuera de la nevera hasta que tenga una textura pastosa.
- Picamos la trufa negra y la mezclamos con la mantequilla.
- Forramos un recipiente hermético con papel film y ponemos mantequilla dentro. La dejamos en la nevera unos 5 días.
- Para el tartar, picamos a cuchillo y en trozos pequeños el solomillo de ternera. Seguidamente lo aliñamos con sal, pimienta, aceite y un chorro de coñac o brandy.
5. Llegó el momento de emplatar. Untamos un poco de mantequilla sobre las tostadas y ponemos el tartar por encima.
6. Finalmente añadimos sobre el solomillo la trufa negra cortada en tiras ¡y a disfrutar!