Personajes

La tasca del Retiro en la que Mario Vargas Llosa empezó a escribir su opera prima sigue existiendo

Aunque en otro formato más sofisticado.

Aquellos que hayan seguido la carrera de Mario Vargas Llosa conocerán la que fue su primera novela, titulada ‘La ciudad y los perros‘ (1963). Una obra que pasaría a la eternidad, y que, tal y como reveló el autor en sus propias palabras, empezaría a escribir en una pequeña tasca madrileña de nombre ‘El Jute‘. Incluso en el prólogo del libro haría ilusión a este espacio al que acudía por las tardes para inspirarse, desarrollar y revisar los capítulos tras sus clases en la Complutense, entre tragos y tapas castizas.

Ubicado cerca de su casa en la zona del Retiro, El Jute se convirtió en un escenario clave para el novelista durante los años 1958-59, en los que, más allá de escribir, le sirvió como un lugar de ocio y reunión con amigos como Paúl Escobar. En este sentido, el profesor Carlos Aguirre recuerda que Vargas Llosa siempre hablaba con especial entusiasmo del bar y de un camarero bizco que siempre se le acercaba para preguntarle qué tal estaba.

En la misma esquina de Doctor Castelo con Menéndez Pelayo, la taberna en sí dejó de existir, pero se reinventó de la mano del dúo conformado por Álvaro Castellanos e Iván Morales del grupo Arzábal. Allí abrirían la Taberna Arzábal, su primer concepto con el que cautivaron al barrio con sus platos castizos estrella como las croquetas de jamón ibérico con leche de oveja o sus tortillas de patata.