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Las manos sucias de un niño que sostiene un donut. Señoras británicas de la alta sociedad sirviendo el té desde un primer plano. Una chica de la clase obrera en una heladería que mira seria a la cámara, mientras los niños esperan con ansia su helado. Un grupo de personas comiendo de manera descarada en una boda. El foco en el detalle. La habilidad de crear ficción a partir de la realidad.

Con un enfoque distintivo y una mirada crítica pero irónica, Martin Parr es conocido por documentar la vida cotidiana de las clases medias y trabajadores, en su mayoría, como nunca nadie antes lo había hecho. El fotógrafo no sólo captura la imagen, también su trasfondo social en medio de una crítica al consumismo contemporáneo, que también evoca en muchas ocasiones a través de la comida.

Dentro del ecléctico universo de Parr, y sus fotos brillantes, agudas y saturadas, se esconden realidades llenas de ironía reflejadas a partir de platos capturados con flash que realzan su viveza, creando sensación de artificialidad. A través de esa visión estética pero cruda con la que relativiza el mundo terrenal, el fotógrafo documenta la noción de que somos lo que comemos, prácticamente desde que empezase a capturar la realidad en los años 70 como un retrato de nuestro tiempo; y de cómo la sociedad de consumo moldea nuestras vidas, ‘cuando el consumismo pierde el control’, tal y como expresa en el documental ‘I Am Martin Parr’.

REAL FOOD
La obsesión que Parr siente por la fotografía también la experimenta por la comida, uno de sus temas favoritos que llegó a inmortalizar en grandes dosis en un fotolibro dedicado a ello, titulado ‘Real Food’. La obra recoge décadas de su carrera, desde principios de los 90 hasta la fecha de publicación, en 2016.

En el libro, el artista recopila fotografías capturadas en sus viajes por todo el mundo, reflejando una mezcla ecléctica de su iconicidad: un caleidoscopio de alimentos de diferentes culturas, de grandes banquetes de perritos calientes, bollos pegajosos o cigalas. Se trata de una colección de primeros planos de alimentos, en su color chillón distintivo, que vislumbran la fascinación de Parr por el aspecto social de la comida.
Más allá del libro, el británico diluye en su obra una crítica al auge de los supermercados a raíz de fotos de productos que lucen de manera totalmente diferente a los que realmente se encuentran en su interior; ‘mostrando la mentira que nos están contando‘ dentro de su crítica hacia la codicia por los productos consumibles como parte responsable del calentamiento global.

En este sentido, todas sus imágenes nos divierten, pero a su vez nos generan cierta incomodidad al reconocernos sin concesiones dentro de esa sociedad consumista que forma parte de la singular visión del mundo de Parr con la que ha revolucionado la fotografía contemporánea.