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Barcelona sigue siendo inevitable para las firmas de lujo internacionales. A pesar de que la delincuencia ha aumentado en los últimos años en la ciudad y, con ella, los robos de relojes de lujo, las marcas del gremio continúan apostando por ella. Porque la inseguridad también hace mella en otras urbes como Madrid, París y Montecarlo, por ejemplo, y porque Barcelona es un foco de atracción de turistas, un tipo de consumidor vital para el sector de la alta gama.
La última en instalarse en la gran vía del lujo que es el Paseo de Gracia barcelonés ha sido Hublot, propiedad del coloso francés LVMH. De la mano del distribuidor Joyería Rabat, acaba de inaugurar una de sus boutiques más grandes en Europa, de 107 metros cuadrados. Es el séptimo punto de venta de Hublot en la capital catalana, mientras que en Madrid dispone de cuatro (el año pasado dio la bienvenida a un espacio propio en la Calle Serrano, también franquiciado por Rabat).
Su interior, presidido por una lámpara Chandelier, presente en cada tienda de la firma, sorprende por su profusión de espejos, que se combinan con el vidrio, el grafito, el acero y la piel Alcántara para recibir a los clientes en un ambiente exquisito. Es una manera de invitar a quien entra allí a empaparse del “arte de la fusión” de la enseña, un concepto que hace referencia a que lo suyo es la mezcla. Desde que hace más de 30 años combinó en sus relojes el oro con las correas de caucho, se desmarcó del resto de relojeras suizas y comenzó a hacerse un nombre. Y sigue arriesgando con los materiales, los colores y las complicaciones.
El colorido y la energía de la nueva boutique de Barcelona lo aportan algunas de las piezas de la colección Hublot expuestas, como los Classic Fusion y los Big Bang engastados con piedras preciosas multicolores. También los enormes cuadros de estilo pop art que se inspiran en los relojes del catálogo de la marca y que salpican las paredes del establecimiento.
Al fondo se ha emplazado un área para los clientes que deseen intimidad. Dispone de sofás en tonos suaves (blancos y grises) y de una pequeña barra de bar con bebidas premium para agasajar a los visitantes.
A la inauguración de esta tienda, a finales del pasado noviembre, no faltó el consejero delegado de la relojera desde 2004, Ricardo Guadalupe, que se rodeó de su socio Jordi Rabat, al frente de la joyera que lleva su apellido, y de otras celebridades como el futbolista David Villa, el jugador profesional de pádel Alejandro Galán y Victoria Federica Marichalar.