Nombres propios

La extraña obsesión de Trump por el fast food

El candidato republicano a la presidencia estadounidense es conocido por seguir una dieta que, como su discurso político y su persona, también ha generado polémica.

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Si somos lo que comemos, la alimentación de Trump podría de alguna manera representarle a la perfección. A un día de conocer el resultado electoral en EEUU, que elegirá el próximo presidente de la Casa Blanca, ponemos a escrutinio la extraña obsesión del candidato presidencial por la comida rápida.

Con el fin de poner sobre la mesa tal debate alimenticio, podríamos empezar, a modo de entrante, por uno de sus restaurantes favoritos: McDonald’s. De hecho, el mes pasado, el candidato visitaría uno de sus establecimientos de Pensilvania para cocinar y servir patatas fritas a los clientes; mientras acusaba a Harris de haber mentido sobre haber trabajado en los Arcos Dorados.

Su discurso adictivo por la cadena quedaría retratado asimismo en el momento en el que pidió a la cocina de la Casa Blanca que recreara la comida de McDonald’s; aunque finalmente se desvelase que ésta no ‘pudo igualar la satisfacción de la original’, según Annie Karni.

Al igual que el amor de Trump por McDonald’s, su menú preferido del restaurante también está documentado. Éste consiste en una cena completa conformada por dos Big Macs, dos sándwiches de Filete-O-Fish y un batido de chocolate pequeño.

La comida como arma política

Más allá de su afición por las hamburguesas en particular, Trump ha demostrado asimismo su extraña adicción por la comida basura, en general. Alimentos con las que ha protagonizado momentos controvertidos como la vez que intrrumpió una reunión para pedir batidos, los caramelos Starburst que supuestamente lanzó a Angela Merkel y el helado de cereza y vainilla que sirvió al líder norcoreano Kim Jong-un. La comida se convierte en otra de sus controvertidas armas políticas.

Pastel de carne

Trump también posiciona en su podio alimenticio el pastel de carne. En 2005, él y Melania aparecieron en un programa de Martha Stewart en el que prepararon un sándwich de pastel de carne, del que Trump dijo que era su plato favorito.

Wendy’s

Otra de las cadenas de comida rápida dentro del imaginario gastronómico de Trump es Wendy’s. Se trata de otro de los restaurantes favoritos de Trump, quizá en parte porque Nelson Peltz, copropietario de Wendy’s, ha hecho generosas donaciones a las campañas políticas de Trump. Trump también afirma que prefiere comer en cadenas conocidas como Wendy’s a hacerlo en restaurantes independientes porque teme intoxicarse.

KFC

KFC se presenta como otra de las marcas que Trump venera. Y es que, se le ha podido ver en varias ocasiones comiendo una cubeta de la famosa receta secreta de pollo del coronel. ¿Cómo? con cuchillo y tenedor.

Pizza Hut

Parece que Pizza Hut también forma parte de la religión culinaria de Trump. En 1995 incluso protagonizó un anuncio para promocionar la masa rellena de Pizza Hut. De igual forma que ocurre con el pollo de KFC, como no le gusta ensuciarse las manos con la comida, se come la pizza con cuchillo y tenedor.

Doritos

El snack predilecto de Trump parecen ser los Doritos. Se dice que la cocina de la Casa Blanca estaba bien surtida de estas patatas fritas estilo nacho durante su mandato.

Lays

Mientras Trump llegaba a la Casa Blanca allá por 2017, ésta haría un enorme pedido de patatas fritas Lay’s a modo de bienvenida. En la actualidad, las sigue consumiendo desde su avión privado, en el que siempre cuenta con grandes suministros de este snack.

Helado

El helado de cereza y vainilla es el sabor favorito de Trump, según una entrevista concedida en 2010 a la revista de famosos US Weekly. Como tal, ha figurado en el menú de varios eventos importantes, incluida la cena de celebración de la toma de posesión de Trump.

Filete con ketchup

Donald Trump también ha generado controversia entre los puristas de la carne, los chefs y los restaurantes, pidiendo sus filetes de carne muy hechos, que combina con ketchup.

Famiglia pizza

Al candidato republicano se le ha visto en varias ocasiones cenando en la famosa pizzería Famiglia, que tiene establecimientos en todo Estados Unidos y en el resto del mundo. Su aparición más notable fue en 2011 en una sucursal de Nueva York, donde cenó con su compañera republicana Sarah Palin. Se informó de que compartieron una pizza de queso y pepperoni. Y sí, también se la comería con cuchillo y tenedor.