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El año pasado, Juana La Loca cerró las puertas de su local en La Latina de manera inesperada. El enigma nos llevó a todos a cuestionarnos el motivo de la clausura; si sería para siempre o si volvería de manera renovada a otro local. Pues bien: misterio resuelto, el local que albergaba Juana La Loca ha sido sustituido ahora por el restaurante Alto Bardero, dirigido por el dúo de chefs conformado por Pablo Paternostro y León Bonasso, mientras que la taberna se ha trasladado a una nueva zona.
Tras abrir en 2001, esta tasca castiza logró convertirse en un referente gastronómico en el mundo de los pintxos, sobre todo, por su icónica tortilla de patatas y cebolla confitada, considerada la mejor del mundo para muchos, que vendían en torno a unas 1.400 unidades al mes.
La cocina de taberna auténtica de Juana La Loca ha vuelto ahora al barrio de Salamanca. Un enclave totalmente distinto, pero en el que continúa sirviendo su exitosa propuesta gastronómica de inspiración vasca sin artificios, que respeta el producto y lo pone en valor.
En su nuevo local, podremos volver a disfrutar de su emblemática tortilla de patatas al estilo Betanzos, junto a otros pintxos como su crepe de espinacas con gulas al ajiillo y espárragos trigueros o su huevo confitado trufado con chicharrón marinado de Cádiz. La propuesta incluye asimismo platos principales como buñuelitos de espinacas, queso azul de oveja-masiega, croutons y bacon, y se completa con una sección de postres con delicias como su tarta de zanahoria, jengibre y crema de yogur o su volcán de dulce de leche. ¿Dónde? En Calle de Recoletos, 10.
