En el año 1982 yo iba a hacer un disco. Se iba a llamar Mojo picón, con el subtítulo Salsa Canaria. Era todo muy lógico, yo era canario y cantaba salsa… y la salsa canaria más representativa de la gastronomía de las islas es el mojo picón. Recibí una llamada del director de la casa discográfica y, en el encuentro, me preguntó por qué no hacía una canción con ese título, que eso le iba a venir muy bien al disco. Aquella propuesta no me gustó, pues yo ya tenía mi disco preparado y aportar una nueva canción implicaba el tener que eliminar uno de los temas que yo tenía seleccionados. Pero cogí una guitarra, me encerré en una habitación y en diez minutos tenía terminada la canción.
La hice con el ánimo de que no gustara. Con la rima en -ón, que fonéticamente puede quedar hasta vulgar y con una letra que está a años luz de otras canciones que he escrito. Cuando salí de la habitación y le canté al director la canción, ante mi asombro exclamó: «Maravilloso… ¡es justo lo que buscábamos!». Yo automáticamente pensé: «Este no tiene ni idea…».
Pero la historia, al final, ha demostrado que el equivocado era yo. Sin proponérmelo había hecho una buena canción, muy pegadiza, de las que, oyéndola una sola vez, se te queda grabada en el subconsciente.
Esta canción cambió totalmente mi vida y me adentró en el mundo de la gastronomía. Comenzaron a radiarla en programas de cocina y de ahí pasaron a invitarme a participar en ellos. Se me empezó a vincular con el mundo gastronómico y terminé por abrir un restaurante, La Bodeguita del Caco, que regenté durante 13 años.
También he formado parte de varios jurados gastronómicos, entre ellos los de los premios Matías Gorrotxategui del Grupo Sáenz Horeca al Mejor Asador de Carne de España o en el Festival de cine y gastronomía Cinegourland, donde juzgué un concurso de pintxos y otro de bacalao al pil pil. Y me han llevado a cocinar a varios programas de televisión… Con las manos en la masa, Duelo de Chef’s, Vamos a cocinar con José Andrés… Y todo esto se lo debo a aquella canción que hice para que no gustara.
¿Pero, por qué la maldición?
Hubo un momento en el que la canción me quitó el nombre. La gente me veía por la calle y decía: «Ahí va Mojo Picón», «Adiós, Mojo Picón»…
Y otra cosa, he querido quitar la canción de mi repertorio…y el público no me ha dejado. Me resisto a cantarla y al final, ante la insistencia de la gente, no me queda otra que hacerlo. Creo que la tendré que cantar hasta el final de mis días. No me la quito ni con agua caliente.
› CACO SENANTE es tinerfeño, músico y compositor, impulsor de la Nueva Canción Canaria y autor de más de un centenar de canciones, 13 álbumes y dos recopilatorios. También es un gran amante de la gastronomía.
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