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La leche de yegua podría cambiar el futuro de la heladería

¿Comerías helado de leche de yegua?

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Lo que para muchos podría considerarse un avance o acto evolutivo, otros lo denostarán y/o les generará cierto rechazo. La leche de yegua acaba de llegar a la industria heladera, por el momento, de manera experimental, con la finalidad de acabar introduciéndola en la dieta occidental.

El futuro de los helados galopa ahora hacia un nuevo paradigma en base a la modificación de sus ingredientes clásicos. En lugar de leche de vaca con nata, los helados podrían llevarse a cabo a partir de ahora con leche de yegua: un experimento que ha llevado a cabo un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Pomerania Occidental en Polonia. Ellos pusieron a prueba esta idea creando cuatro tipos de helado de los que informarían acerca de sus beneficios para la salud.

Los resultados del experimento científico

Tras investigar con los helados por parte del clan de científicos, sesenta voluntarios probaron su resultado. Pues bien, según los participantes, su helado y yogur son de primera. Los describieron como cremosos, con una textura y un atractivo visual agradables. Las muestras de helado de yegua las enriquecieron con cultivos de yogur, así como con inulina, una fuente de energía para la flora intestinal.

Consumir leche de yegua no resulta tan extraño cuando se amplía nuestra visión y se conoce la historia. Y es que, este tipo de leche ha sido importante en la cultura mongola durante miles de años, donde se ha fermentado hasta convertirse en el airag, una potente bebida alcohólica con beneficios para la salud.

En este sentido, la leche de yegua contiene un alto contenido natural de lactosa, una baja proporción caseína/suero, contiene compuestos bioactivos nutritivos, proteínas, cultivos y enzimas. Además, es de digestión lenta, por lo que podría suponer una gran alternativa para aquellos que tengan sensibilidad a los productos lácteos de vaca.