Cuando uno escucha el nombre de Coppola, es muy difícil no pensar en Marlon Brando rascándose la cara sentado en aquella silla del despacho de Vito Corleone mientras escuchaba las plegarias de sus allegados. Algunos preferirán pensar en la llegada de las Valkirias que presidían Apocalipse Now bajo una banda sonora impactante. Pero, en general, todos pensaremos en cine, en el cine que hizo Francis Ford Coppola en los 70 y que catapultó Hollywood como una fábrica de oro cinematográfico.
Pero no todo es oro lo que reluce en la vida de famoso cineasta. Tras sus éxitos con El Padrino y El Padrino II, La Conversación y al final con Apocalipse Now, Coppola cayó en desgracia por una película: Corazonada. Aquel filme protagonizado por Teri Garr fue financiada por el propio Coppola, apostando todo su patrimonio en una historia carente de atracción y sin un reparto potente. La película fue todo un fracaso en taquilla y el cineasta tuvo que declararse en banca rota, vendiendo todas sus propiedades y haciendo otras películas como Drácula, Peggy Sue Got Married o Jack.
Nada que no remedie una copa de vino
Francis Ford Coppola había caído en desgracia «por una corazonada» de la que estaba totalmente equivocado. A partir de ahí, el cineasta se centró más en otros sectores como la producción de vino. Compró varias tierras en Sonoma (California) y comenzó a cultivar viñedos que más tarde producirían un vino muy exitoso en ventas. Hasta llegó a las bodegas de los supermercados de España.
A pesar de que sus vinos eran excelentes y sus bodegas no paraban de producir, Coppola seguía sintiendo que tenía una espinita clavada en su interior. Corazonada le dejó muy tocado. Ni siquiera una copa de su vino podía hacer olvidar aquel fracaso estrepitoso de un cineasta que había coronado una obra suya como «el clásico de los clásicos».
Motivado por el éxito de sus bodegas y la creatividad de su hija, Sofía Coppola, que también se hizo cineasta, Francis Ford Coppola decidió que era hora de cerrar su vida como director por todo lo alto. Se llevó desde el 2000 hasta hoy haciendo películas de bajo presupuesto, pero con una recaudación decente para financiar su próximo gran proyecto. Pero, con el paso de los años, se dio cuenta que faltaba algo más.
En 2021, y tras recibir una suculenta oferta, vendió su bodega. NapaValley Delicato Family Wines adquirió la bodega del cineasta por una cifra que no se ha llegado a revelar nunca, pero, atendiendo a varias informaciones cercanas al director, fue suficiente para impulsar su próximo y último gran proyecto. Coppola vendió su bodega principal en Sonoma y dos propiedades más, la Francis Ford Coppola Winery y la Virginia Dare Winery en Geyserville.
Megalópolis, la redención de un cineasta caído
Desde que le llegó el éxito por la trilogía de El Padrino y por Apocalipse Now, Francis Ford Coppola comenzó a desarrollar una historia inspirada en la histórica conspiración entre el senador romano Lucio Sergio Catilina y Marco Tulio Cicerón. La película narrará la lucha de poder que existe en un mundo postapocalíptico, en una ciudad destruida, parecida a Nueva York, bautizada como ‘Nueva Roma’ y que la protagonizará un elenco de actores potentes como Adam Driver, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Nathalie Emmanuel, Dustin Hoffman, Giancarlo Esposito, Laurence Fishburne o Forest Whitaker.
Gracias a la venta de sus bodegas y a la recaudación de las películas de bajo nivel que rodó Coppola, Megalópolis se hará realidad. Con una financiación final de 100 millones de dólares e íntegramente del bolsillo del cineasta, algunas fuentes hablan de que el filme podría estrenarse en el Festival de Cannes de este año, aunque todavía no hay información oficial a respecto. Solo sabemos que el cineasta ha publicado que su última gran película saldrá a la luz sí o sí.