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De la memorabilia de George Harrison existe un ‘objeto’ de coleccionista un tanto peculiar valorado en miles de dólares. Se trata de la mítica corteza de una tostada que desayunaría el icónico artista en 1962, la cual se ha conservado cuidadosamente durante décadas en un álbum de recortes junto a restos de cigarros y pelusas de la funda de la guitarra de John Lennon.
La leyenda cuenta que en 1962, Sue Houghton, una fan de 15 años, se haría amiga de la familia Harrison y, durante una visita, se metería un trozo de tostada del plato de George. Pegándolo en su álbum de recortes, escribió: «Trozo del desayuno de George. 2-8-63». Fue una fecha importante en la historia de los Beatles, ya que el grupo regresó a Liverpool tras siete semanas de ausencia para tocar en el Grafton Rooms de Merseyside.

Ahora, tras 62 años, la obra ha sido redescubierta y vendida en una subasta. Ésta saldría a subasta por primera vez en 1992, cuando la colección de álbumes de recortes de Sue, incluido el infame brindis, se subastó en la casa Christie’s por 1.300 libras para ayudar a financiar las reformas de su casa. Posteriormente, las páginas del álbum se dividieron y recientemente ha vuelto a salir a subasta.
Su último propietario, el comerciante Joseph O’Donnell no ha querido revelar cuánto pagó por él, pero lo ha enmarcado en un cristal de museo con protección UV para conservarlo el máximo tiempo posible.