La familia Paniego, propietaria del hotel Echaurren, ha ganado el trofeo Heritage de Relais & Châteaux que reconoce la transmisión de valores de padres a hijos.
El emblemático establecimiento de Ezcaray, dirigido por la quinta generación de la familia Paniego Sánchez, ha sido reconocido con el trofeo Heritage, uno de los ocho galardones que la asociación hostelera Relais & Châteaux ha otorgado en su último congreso celebrado en Londres y que reconoce la transmisión de valores de padres a hijos.
El apellido Paniego, que hoy asociamos a las dos estrellas Michelin del restaurante Echaurren de Ezcaray, está vinculado a la hostelería de La Rioja desde finales del siglo XIX, cuando Pedro Echaurren y Andrea García, tíos abuelos de los padres del chef y propietarios de una casa de postas que daba hospedaje a viajeros, decidieron adaptarse a los tiempos y aprovechar el inmenso talento culinario de Andrea para orientar su negocio a la gastronomía, reconvirtiendo así las antiguas cuadras y el garaje de carruajes en hotel-restaurante.
De aquella herencia cimentada en los valores de hospitalidad, humildad, esfuerzo e innovación que ha perdurado a lo largo de cinco generaciones nacen los premios. El último, el trofeo Heritage, uno de los ocho galardones que la asociación hostelera Relais & Châteaux otorgó en su último congreso celebrado en Londres.
La marca Echaurren, con más de un siglo de tradición hoy aglutina un próspero negocio familiar, tanto a nivel culinario como experiencial, que, tras el fallecimiento de Marisa, matriarca del clan, sigue en manos de sus hijos Francis (dos estrellas Michelin y Premio Nacional de Gastronomía), José Félix (Chefe para sus allegados, y merecedor del mismo Premio en la categoría de mejor director de sala en 2019) y Marisa. En sus manos está el rumbo tanto el hotel (reformado por fases y hoy adscrito al sello Relais & Châteaux) como sus espacios gastronómicos: el restaurante Echaurren Tradición, el bistró El Cuartito, el gastrobar Tapas Bar y el restaurante de cocina de autor El Portal de Echaurren (dos estrellas Michelin). Todas ellas, propuestas en las que conviven técnicas de vanguardia y el savoir faire heredado de la añorada Marisa.
Y ese afán por conservar el patrimonio es lo que más se ha valorado a la hora de otorgar al establecimiento la distinción Blancpain Heritage. «Durante más de un siglo hemos demostrado lo mucho que nos importan el valor de la familia, la visión largoplacista del negocio, los sabores transmitidos por nuestros antepasados y el libro de recetas de nuestra madre. Hemos ampliado la oferta culinaria y renovado el hotel con un nuevo diseño, pero sin perder de vista en ningún momento la filosofía que nos inspira desde el origen —afirma la familia—. Para nosotros, el cuidado y el respeto son las claves que rigen el día a día; cuidado y respeto no solo hacia el producto y los productores, sino también hacia el equipo y los clientes que vienen de diversas partes del mundo. Nuestras tradiciones han perdurado durante cinco generaciones y tenemos la convicción de que las próximas también se ocuparán de hacerlo con amor y responsabilidad».
Relais & Châteaux es la asociación hostelera más prestigiosa del mundo. Desde sus orígenes, en 1954, nació como una marca de calidad con la que distinguir aquellos establecimientos que destacan por su hospitalidad y su carácter singular, y que comparten una serie de valores comunes como las ubicaciones especiales, el legado histórico y cultural, la integración con el entorno en que se ubican, el compromiso con el medio ambiente, la calidez o el esmero en el servicio o la atención personal de los hosteleros que los regentan. Valores que el establecimiento de Ezcaray, es uno de los máximos exponentes de la preservación del legado familiar, del pasado como fuente inagotable de inspiración para las nuevas generaciones y de la confluencia de tradición e innovación.
Por algo, una de las frases de Francis Paniego más representativas, resume este espíritu de tradición y legado: «Un cocinero nunca muere, mientras haya alguien que interprete sus recetas».
El Portal de Echaurren, la cocina dos estrellas Michelín de Francis Paniego