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La explicación de por qué sientes un ligero hormigueo en la boca tras comer piña

La gente se escandaliza con su teoría.

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En esta ocasión no vamos a hablar de las piñas de Mercadona, ni de sus códigos establecidos para ligar entre comestibles, sino del efecto ‘punzante’ que provoca la fruta al consumirla.

Tanto si te gusta como no, la piña nos produce a todos un ligero cosquilleo en la lengua al comerla. Y no se trata de algo casual, sino que ese efecto tiene toda una explicación científica detrás basada en los cristales llamados ‘rafidios’ que poseen asimismo otras frutas como los kiwis o las uvas. Este tipo de ‘agujas’ están colocadas en su interior para cumplir una función defensiva contra los insectos herbívoros, disuadiéndolos de comer los frutos de la planta y proteger las semillas.

@sf_microscopy

One of my favorite fruits is pineapple, but every time I eat them, my mouth tingles. I read that the fruit contains raphides! Kiwis, grapes, taro, and yams also have large amounts of these crystals. These needles serve as a defensive function against insect herbivors to deter them from eating the plant’s fruits and protect the seeds. The needles work with other chemcial substances, like bromelain in the pineapple, to amplify the effects. #microscope #microbiology #underthemicroscope #microscopy #microcosmos #nature #pineapple #crystals #fyp #fypage #fypシ

♬ Sunshine – WIRA

Esta teoría la compartiría SF Microscopy en un vídeo de TikTok, que sorprendió e incluso horrorizó a gran parte de los usuarios con la explicación detrás de esa extraña sensación al comer piña. ‘Es porque estamos siendo apuñalados por 1000s de pequeñas agujas llamadas rafides’, relata la voz en off. ‘¡Estos cristales de oxalato de calcio hacen agujeros en tus membranas celulares causando irritación!’.

Para mostrar el razonamiento a sus seguidores, la página científica desgranó en minúsculos trocitos la fruta para analizarlos con el microscopio. A continuación, el creador de contenidos mostró el ‘microcosmos’ dentro de los trozos de piña, que básicamente se asemejaban a ‘pequeñas agujas’ que se ‘clavan’ en la boca y producen esa extraña sensación de irritación en la lengua después de comerla.