Puede ser definido como una taberna, una cantina, un mesón o un bistró. Da igual la forma en que lo llames, no es ni uno ni otro, porque El Zorzal reúne las mejores cualidades de todos ellos. Este es el nuevo proyecto del chef Iván Sáez y de su socio y mano derecha en los fogones, Ernesto Muñoz, a través del cual vuelven a su esencia más tradicional.
Con la creación de su carta, ambos cocineros recuperan algunos de sus clásicos añorados como las croquetas artesanales de jamón, los buñuelos en tempura de bacalao, la ensaladilla rusa con bonito elaborado en casa o las cocas de sardinas para continuar a fuego lento con chipirones en su tinta, los tradicionales callos a la madrileña o rabo de toro deshuesado con verduras. La razón de que se realicen estos platos sumamente tradicionales es que para Sáez, este tipo de cocina es su fuente de inspiración y la base de todos sus platos a los que añade un toque personal.
A sus fogones, estas cuatro manos proponen una carta llena de recetas que siempre han evolucionado con ellos y que tienen numerosos adeptos a los que siempre les gusta volver a degustar la gastronomía casera. Y para endulzar, los postres de toda la vida, como la tarta de manzana hecha en casa con helado de café o su torrija brioche.