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Este año los atletas olímpicos se han visto obligados a seguir una dieta estricta basada en comidas nutritivas que ha dictado el jefe de alimentación de la Villa Olímpica, Philipp Würz. En este sentido, las estrellas deportivas no pueden saltarse las reglas, debiendo permanecer en la aldea desde cinco días antes hasta dos días después del evento.
Esa normativa es la que deberán seguir el elenco de deportistas de élite a lo largo de una competición en la que ingieren elevadas cantidades de comida necesarias para mantenerse enérgicos y fuertes; tanto para alimentarse como para recuperarse a posteriori. Sin embargo, desde la inauguración de estos juegos el 26 de julio, la organización ha tenido que enfrentarse a un reto alimentario; pues no estaba preparada para satisfacer esos volúmenes de comida necesarios para alimentar tanto al personal como a los atletas.
La BBC compartió al respecto la crítica de los competidores, quienes alegaron que no había suficiente comida disponible, concretamente huevos y carnes a la parrilla. El miércoles, de hecho, tuvieron que racionarse los huevos. Andy Anson, director ejecutivo del Equipo de Gran Bretaña, aportaría a The Telegraph más luz sobre el asunto, expresando que no había suficientes huevos, pollo o ciertos carbohidratos, y que se había servido carne cruda a los atletas.
Para paliar este problema, el socio oficial de catering de la Villa Olímpica, Sodexo Live!, aumentó los volúmenes de comida para satisfacer las necesidades de los atletas. Además, según informa The Telegraph, la Asociación Olímpica Británica contrató un servicio de catering en su pabellón de Clichy al que están acudiendo los atletas para comer y entrenar en lugar de en la Villa Olímpica.