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El gigante sueco marcó un nuevo hito en su historia al cerrar el ejercicio fiscal de 2022-23 con resultados ilustres tanto de facturación como de rentabilidad. Ese estatus de liderazgo en el sector le llevaría a implementar en su operativa española nuevas estrategias, que incluyeron la ampliación de la plantilla por encima de las 10.000 personas.
En términos numéricos, Ikea contabilizó unos ingresos de 1.953 millones de euros, con un crecimiento del 7,4%. Un gran incremento impulsado por la venta de mobiliario, que representó el grueso de la facturación anual con 1.824 millones (+ 7,5%). Sin embargo, su restaurante también tuvo un gran impacto en esa ascensión: sus ventas alcanzaron los 71 millones de euros que representaron un 16% de subida.
En este sentido, el público sigue rindiéndole culto a la oferta gastronómica de IKEA, basada en platos asequibles con enseña escandinava, como sus famosas albóndigas suecas HUVUDROLL con puré de patata y mermelada. Una elaboración estrella que se ha replicado en infinidad de ocasiones, que acompaña el resto de la propuesta culinaria en la que cada vez más van ganando peso los alimentos saludables y ecológicos.
Según recoge el medio Expansión, la enseña escandinava concentró casi la mitad de su negocio en España (45%) en sus dos principales mercados, Cataluña (445 millones) y Madrid (443,8 millones), un 6,6% y un 6,5% de subida, respectivamente. Andalucía fue el tercer mercado por volumen, con 363,1 millones de ingresos, un 7% de aumento. Una estrategia con la que la firma sueca ha logrado posicionarse en la cumbre del sector, teniendo en cuenta los resultados de 2023 en los que logró facturar casi 2.000 millones en el mercado español.