Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de encontrar el aguacate ideal es saber qué es lo que debes buscar en él. Cuando el aguacate acaba de ser recogido del árbol, sigue estando firme y verde, pero si se deja tres días en casa fuera de la nevera, estará listo para comer. Si lo que quieres es acelerar el proceso de maduración, Kelsey Youngman, gerente de cocina de Food & Wine, sugiere colocar el aguacate junto a unos plátanos o cebollas maduras; gracias a su contacto, harán que madure más rápidamente.
Cuando el aguacate está casi maduro, la piel tiene un color oscuro y es muy, muy brillante. En los aguacates demasiado maduros, aunque todavía son comestibles, verás manchas grises sobre su piel. Tras abrirlos, también podrás percibirlas en su interior.
El truco final para saber que un aguacate está en el momento perfecto para comer es mover su tallo: si se puede mover ligeramente, está en el momento ideal de maduración.