Ser una estrella mundial requiere tiempo y mucho trabajo. Que si ganar Grammies, diseñar zapatos, construir hospitales… No hay casi tiempo para nada, y menos para meterte en la cocina para innovar en recetas. Algo que le ocurre a la de Barbados y que comenzó a solucionar hace ya unos años gracias a los dotes de Debbie Solomon, su chef personal.
Empezaron a trabajar juntas hace ya cuatro años y fue casi por accidente. Solomon se encontraba en el Sunset Marquis Hotel cocinando cuando de repente recibió una llamada telefónica de un número desconocido preguntando si podía llevar algún plato a los estudios Sony. Se puso manos a la obra y decidió preparar pollo al curry con arroz, guisante y plátano. El desconocido volvió a llamar al día siguiente para pedir un cordero y después una pasta a la carbonara. Descubrió para quien había estado cocinando cuando consiguió el trabajo. Las primeras semanas, según cuenta a la revista Bon Appetit, fueron de todo menos tranquilas. “Primero celebró la Super Bowl en su casa, luego su veinticinco aniversario en Hawai, después gira… No te ni idea qué diablos estaba haciendo”. Como la cantante nunca había tenido chef personal antes de que ella entrara no podía pedirle consejo a nadie. Fue su madre quien la ayudó a idear recetas inspiradas en la gastronomía guayanesa y en la de Barbados. Ambas son muy similares pero en ocasiones los platos tienen distintos nombres así que Google no fue una solución. “Fue du madre que vino y dijo, Así es como nosotros lo hacemos”.
La parte más complicada de cocinar para Rihanna es que cambia tan rápido de gustos como de proyectos profesionales. Sin embargo, tiene varios platos favoritos a los que no suele renunciar como es el caso de la pasta, la carne y los vegetales. Eso sí, bien especiados con curry y comino para tener siempre un extra de sabor.