La cadena de comida rápida KFC ha tenido que cerrar más de 700 de los 900 locales que posee en el país anglosajón. El cierre se ha producido por la falta de existencias de pollo debido a un problema con DHL, su empresa de distribución. La compañía de transporte DHL, que ha empezado a encargarse de su distribución recientemente, está teniendo diversos problemas para entregar a tiempo la materia prima. Poco a poco, la situación está volviendo a la normalidad. La mayoría de los locales han vuelto a abrir sus puertas al público, sin embargo, solo ofrecen menús limitados y tienen horarios reducidos.
KFC es una cadena de restaurantes de comida rápida especializada en pollo frito, propiedad del grupo Yum! Brands. Según Forbes, se trata de la segunda mayor empresa de comida rápida en el mundo. Sin embargo, esta crisis podría traer grandes problemas económicos a la cadena.