Hugo Ruiz, el chef ceutí detrás de proyectos tan importantes como Psicolabis o Bugao, es uno de los cocineros más aclamados en España. Comenzó su sueño en Ceuta con su restaurante Bugao para posteriormente llevarlo a Madrid en la calle de María de Molina.
Ahora, Ruiz acaba de inaugurar Goichu, una nueva apuesta por la comida vasco-japonesa que se instaló en el local de Bugao Ceuta, en la calle independencia, frente a la playa de la Ribera.
«Con la pandemia decidimos cerrar el Bugao de Ceuta hasta decidir qué íbamos a hacer, y para enfocarnos en el Bugao de Madrid», explica el chef. «No obstante, nos dimos cuenta que en Ceuta no había muchos restaurantes con carta asiática, así que nos aventuramos a crear esta carta fusión y hacer algo diferente. La fachada del local la cambiamos, también la carta. Aunque la decoración interior la hemos tocado poco porque queremos que nuestros clientes de siempre se sientan familiarizados», dice Ruiz.
El nombre ‘Goichu’ ya estaba presente en la vida de Ruiz antes de que lo usara en su restaurante. «A mi esposa le dicen Go, y desde que yo la conocí le digo ‘Goichu’, por eso decidí ponerle así al local. Curiosamente, nos dimos cuenta que Goichu sonaba a algo asiático y que también sonaba como a parrilla vasca, así que hicimos una fusión de esas dos cocinas tan especiales. Queremos aprovechar el gran pescado que hay en Ceuta».
De esta nueva aventura relucen en el menú fusiones interesantes como el uramaki de tarantelo, el brioche de hamburguesa de langostinos con tobiko y yuzu, la tempura de pulpo con bonito seco y mostaza picante, el usuzukuri de vaca vieja con ponzu donostiarra, praliné de ajo y wasabi, rodaballo o besugo a la parrilla con bilbaína de jenjibre o el chuletón de vaca vieja con piquillos y patatas . Para endulzar, Goichu ofrece postres fusión como el goxua de nata y crema pastelera con umeshu o el mochi de coco.
Goichu cuenta con el respaldo de grandes expertos en la cocina asiática, como Álvaro Alberoa, del restaurante Takumi, Marbella, que ha formado durante algunas semanas a los cocineros de Goichu. «Estamos muy contentos con el resultado, a la gente le ha gustado mucho», concluye.