La ciudad de Nueva York parece estar sumida en una realidad ficticia de Blade Runner o Mad Max, en la que la calidad del aire está alcanzando niveles históricamente perjudiciales para la salud de los neoyorquinos. Todo ello ha provocado una sucesión de cierres de restaurantes y otros negocios, mientras una oleada de terror se proyecta paralelamente a través de la pantalla y las redes sociales con fotos de su cielo anaranjado.
El mundo hostelero se ha visto así 100% perjudicado por este acontecimiento metereológico ocasionado por los incendios forestales de Canadá, llevando a infinidad de restaurantes a bloquear sus puertas hasta que se aclare la situación. Y es que, a pesar de que la niebla se haya disipado un poco, mercados como GrowNYC Greenmarkets permanecieron cerrados tanto ayer como hoy, incluidos los del Bronx, Brooklyn y Queens, así como el Union Square Greenmarket y el 97th Street Greenmarket de Manhattan.
LOS EFECTOS EN LA HOSTELERÍA
Declaraciones recogidas por el medio de comunicación Grub Street vislumbran precisamente todo este escenario tóxico: “No nos parece muy bien para nuestros empleados», dice Stephanie Watanabe, de Coast and Valley, en Greenpoint. «Pero no es día para estar sentados fuera bebiendo vino y esas cosas». Esta mañana, Watanabe y el copropietario Eric Hsu seguían debatiendo si permanecer cerrado esta noche. En última instancia, la decisión se reduce a la seguridad del personal, muchos de los cuales viajan desde muy lejos en Queens y el Bronx. «Mirando el rango de partículas y todas esas cosas. ¿Quiere volver el equipo? La mayoría no, la verdad», dice Watanabe. «Probablemente no abramos hoy. Si lo hacemos, puede que sea Eric».
Otros restaurantes como Court Street Grocers se han visto obligados asimismo a cerrar sus establecimientos hasta próximo aviso, al igual que BKYLN Larder, de Park Slope, y Playground Coffee, de Bed-Stuy. «Enviamos a casa a quien se sentía incómodo estando allí y cerramos antes de tiempo», dice Dave Rizo, copropietario de Yellow Rose. «Decidimos no abrir hoy tras darnos cuenta de que iba a ser otro día igual».
Mientras tanto, como consecuencia de los efectos de este escenario apocalíptico, las ganancias y cifras de los negocios están descendiendo, tal y como expresaron distintos propietarios de restaurantes de toda la ciudad, incluyendo Win Son en Williamsburg, y Di an Di y Coast & Valley en Greenpoint.
