Tras más de una década, GOIKO ha querido dar un paso más allá en su historia con la apertura de una flasghip en el km cero nacional. Un restaurante insignia que fusiona diseño y arquitectura con la identidad y la esencia de la marca.
El restaurante se instala en el número 14 de la Puerta del Sol, y se presenta como el más grande hasta la fecha con 700 m2 de superficie distribuidos en dos plantas. Éste además se sitúa en un punto clave: en la que fue la casa de Olga Ramos, la icóncia artista y violinista, que sería intervenido para reconvertirlo en el nuevo templo de las burgers con materiales nobles, cerámicos, terracotas, cristales acanalados y acabados artesasnales con el fin de preservar el diseño arquitectónico del edificio.
Todos esos elementos se combinan armónicamente en el espacio con los códigos de diseño representativos de la marca, como el ladrillo visto o las molduras de escayola que decoran de los techos. «Un lugar creado para ofrecer una experiencia gastronómica envolvente, donde la calidad de sus hamburguesas y su inconfundible identidad de marca se unen en un ambiente vibrante, moderno y acogedor».
Para Alejandro Hermo, CEO de GOIKO, abrir en Puerta del Sol se ha convertido en un sueño hecho realidad. «No es solo un restaurante más, es llevar el alma de GOIKO al corazón de Madrid, en un lugar donde late la historia y la energía de la ciudad. Sabemos que Sol es un desafío, pero también es el mejor escenario para compartir nuestra pasión por las hamburguesas de calidad con madrileños y visitantes de todo el mundo. Estamos orgullosos de formar parte de este emblemático rincón de España y de seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: disfrutar las mejores hamburguesas gourmet en buena compañía”.
