Desde 2015, el nombre de Oscar Pierre (Barcelona, 1992) ha estado presente en las primeras posiciones de todos los rankings de jóvenes emprendedores patrios. La idea de Glovo, su aplicación para móviles dedicada al reparto a domicilio de todo tipo de productos (en muchos casos comida), nació mientras trabajaba en las oficinas de Airbus en Toulouse, con la carrera de Ingeniería Aeronáutica recién terminada y la mente puesta en cómo escapar de aquel aburrimiento laboral que le provocaba trabajar para otros.
El crecimiento de esta startup barcelonesa ha sido constante en estos cinco años de existencia y actualmente está presente en 26 de países, aunque el último acelerón lo acaba de dar tras la entrada de Mubadala –el fondo estatal del emirato árabe de Abu Dabi– en su capital a través de una ronda de financiación de serie E valorada en 150 millones de euros.
Tras el cierre de esta ronda de financiación, la quinta en la historia de la compañía y la segunda en 2019, Glovo ha alcanzado su estatus de ‘unicornio’, convirtiéndose en la segunda startup en España que supera una valoración de 1.000 millones de dólares (solo por detrás de los 1.400 millones de Cabify).
“Haber alcanzado el estatus de ‘unicornio’ es algo realmente fascinante y una evidencia del talento que hay en la empresa, así como de la determinación de seguir innovando y siendo disruptivos en el sector del reparto a domicilio”, ha asegurado Pierre tras la operación. “Como compañía, seguimos conservando la misma visión que siempre hemos tenido: que nuestros usuarios adquieran de forma inmediata todo aquello que necesiten de su ciudad”.