Gastón Acurio acaba de desbloquear un nuevo sueño, reabrir un restaurante en Madrid tras cerrar las puertas de Astrid & Gastón en 2007. La leyenda de la cocina peruana vuelve ahora a la capital para traernos el mar y sumergir a los comensales en su elevado concepto de cevichería y piscobar.
Habiendo mantenido el éxito de su restaurante Yakumanka en Barcelona desde 2017, Gastón zarpa ahora con La Mar en la avenida del General Perón 36, junto al estadio Santiago Bernabéu, como parte de su plan de expansión con la que planea en un futuro instalarse en otras ciudades españolas.


El motivo de su regreso contiene un valor sentimental: ‘Un día fui con mi hija a El Doble; había un ceviche en la pizarra. Nos miramos y nos dimos cuenta de que aquel sueño de compartir la cultura peruana por el mundo se estaba cumpliendo en Madrid y nosotros no estábamos. La pregunta fue: ¿cuándo volvemos?’, expresa el chef con entusiasmo.

Pero ya nada es como antes. El emblemático cocinero peruano vuelve a instalarse en la capital en un momento de auge y bonanza para su cocina. ‘Hay muchos más restaurantes. Lejos de verlo como dificultad, es una oportunidad. Llegamos a Madrid donde la cocina peruana es muy popular, ya no tenemos que explicar qué es. Sentimos humildad y agradecimiento por lo vivido.’
La riqueza culinaria de Perú
Gastón se sumerge en el mar para extraer sobre la superficie desde diferentes reinterpretaciones del ceviche hasta mariscos a la brasa con influencias nikkei, junto a una gran variedad de piscos que irán desde la versión más clásica hasta la más innovadora. Todo ello lo llevará a cabo de la mano de su chef ejecutivo Rodrigo Ferrer, con el que asimismo ha decidido bajar el ticket medio con el fin de democratizar su experiencia gastronómica.
El mar se sirve en la cocina, pero también baña todo el espacio diseñado por el estudio Hurlé & Martín, que basa su diseño en una reinterpretación de las cevicherías tradicionales peruanas en clave contemporánea.

El restaurante de inspiración oceánica evoca, de esta manera, el imaginario marítimo en su paleta de color turquesa, en sus formas, en sus contraventanas de bambú y/o en sus muros artesanales de piedras y techos de cuerdas. Hasta el más mínimo detalle nos envuelve.