Procedente de Centroamérica y producida en países como Brasil, Colombia, Perú, India o Costa Rica, entre otros, es una de las frutas tropicales con mayor poder antioxidante. De hecho, contiene 7 veces más que la propia naranja. Sus hojas se utilizan como un antibiótico natural y remedio para acabar con las bacterias que causan el mal aliento por lo que es muy versátil.
Para consumirla, debemos pelar su cáscara exterior y extraer las semillas de su interior. Fresca, se puede encontrar en Exotic Fruit Box y supermercados y desde verano hasta comienzos del invierno. La verde se deja a temperatura ambiente hasta que madure, a unos 20 grados aproximadamente, y adquiera un color amarillento. Aunque también puede saberse su momento de mejor consumo gracias al aroma que desprende. Se puede consumir fresca, conservándola en la nevera entre 6° y -8°, reduciendo así su tiempo de maduración. O cocinada, como un ingrediente para elaborar pasteles, mermeladas, compotas e incluso ensaladas. Pero la forma más popular es en zumos o batidos.
Contiene muy pocas calorías, alrededor de 30 (kcal) por 60 g, y gracias a su alto contenido en fibra y minerales ayuda a regular el tránsito intestinal gracias a su suave efecto laxante y alcalinizar el organismo. Peor también provitamina A. Unas sustancias que ayuda a mejorar y proteger la piel, mejorar la visión, el cabello y el buen funcionamiento del sistema inmunológico.