Toma Nota

La exposición que reivindica el talento femenino de la historia del arte occidental

Como parte de la programación especial con motivo del Bicentenario del Museo del Prado, la pinacoteca acoge “Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Historia de dos pintoras”, una exposición que reúne por primera vez los trabajos principales de dos de las mujeres más notables de la historia del Arte de la segunda mitad del siglo XVI.

Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana fueron dos artistas que consiguieron romper a través de su personalidad y talento los estereotipos de la época que ponían en duda las capacidades creativas y artísticas de la mujer. Sofonisba Anguissola (Cremona, h. 1535-Palermo, 1625) fue maestra de reinas y de maestros de la pintura. La pintora que destaca por su talentoso don del retrato se reivindica como autora en su obra y se convierte en referente de numerosas artistas posteriores. Lavinia Fontana (Bolonia, 1552-Roma, 1614) creció y se educó en un taller, lo que seguramente fomentó de manera natural que se saltara los inconvenientes de ser mujer en la pintura de aquella época. La pintora traspasó los límites y cultivó géneros, como el religioso y el mitológico, hasta entonces vedados a las mujeres.

 

Sofonisba y Lavinia crecieron y se formaron en Cremona y Bolonia respectivamente, dos centros artísticos cercanos geográficamente en Italia, pero condicionados por sus diferentes tradiciones pictóricas, sociales y culturales. Su situación familiar y vidas distan mucho a una de la otra, sin embargo, en ambos casos, la figura paterna fue imprescindible para condicionar sus carreras. Las dos lograron esquivar y romper los estereotipos que la sociedad de la época otorgaba a las mujeres en relación con las artes, el escepticismo sobre las capacidades creativas femeninas. Ambas usaron la pintura como fórmula para lograr un para alcanzar una posición significativa en la sociedad que les tocó vivir.

Esta muestra expone un total de sesenta y cinco obras -cincuenta y seis de ellas, pinturas- procedentes de más de una veintena de colecciones europeas y americanas, el Museo del Prado recorre la trayectoria artística de estas dos pintoras, que alcanzaron reconocimiento y notoriedad entre sus contemporáneos, pero cuyas figuras se fueron desdibujando a lo largo del tiempo. Esta exposición estará disponible hasta el 2 de febrero de 2020.