Un bar clandestino escondido en una pastelería, un bistró en el que les gusta jugar con fuego, una casa de comidas gallega, una pizzería canalla… ¡y hasta un restaurante georgiano! Todos ellos están en nuestra lista de nuevos bares y restaurantes de Madrid que no podéis perderos. Preparaos para un otoño lleno de tragos salvajes, sabores inesperados y primeras veces.
Chispa Bistró
Nuestra primera parada en esta ruta canalla es el resultado de los viajes por el mundo de sus dos aventureros creadores: el chef brasileño Gabriel Sodré y el argentino Juan D’Onofrio. Este bistró de cocina internacional donde se entremezclan la cocina oriental y la mediterránea tiene muchas papeletas (o todas) para convertirse en el nuevo place to be de Chueca. “Cocinamos platos que nos divierten, que están pensados para compartir y en los que la temporalidad se alía con referencias internacionales a través de técnicas con las que siempre buscamos destacar el sabor de los productos”, escriben en su web. Esa chispa suculenta e inesperada es precisamente la que le da nombre. Y sabe al otoño con el que fantaseamos.
Ívora
“¿Me seguirías hasta el infierno?”, preguntan desde su web los creadores del incendiario local, que tiene como sugerente lema la frase jugamos con fuego. Y como a nosotros eso nos encanta, nos hemos sumergido de cabeza en el fuego amigo de este original restaurante, que mezcla su explosiva cocina con divertidos cócteles y música en directo. “Conseguimos platos con un toque único, diferente, ideados para provocarte una explosión de sabores y emociones”, dicen. Sus croquetas a la carbonara con guanciale a la brasa, su arroz en kubak de setas y foie y su fresa tonic bien merecen un baile entre las llamas.
Momus
El nuevo y personal proyecto del bartender Alberto Fernández es otra de las aperturas más incandescentes de la temporada (también en el barrio de Chueca). Su artífice lo define como “un showcooking líquido que busca poner en valor el saber hacer de la coctelería de especialidad en un local que invita a utilizar todos los sentidos”. Y cómo engancha esa reinvención sorprendente e irónica de la coctelería clásica que nos hace volver a mirar el mundo como si fuéramos niños: “Ahora que soy padre, me he dado cuenta de las cosas que olvidamos de adultos, como ver por primera vez los colores y la sensación que eso te produce. Fijarnos en ellos es volver a ver las cosas con los ojos de un niño”, cuenta Alberto.
Cebo
Como os adelantábamos hace unos meses, el otoño es la estación elegida por el Grupo Cañitas Maite para arrancar la segunda vida de Cebo. Javier Sanz y Juan Sahuquillo, Cocineros Revelación 2021 en Madrid Fusión, estarán al frente de la propuesta gastronómica del Hotel Urban. “Siempre soñamos que algún día Cañitas tuviera una casa en Madrid, por todos los amigos, clientes, compañeros y la afinidad que sentimos con la ciudad. Derby Hotels Collection, y en concreto la trayectoria y experiencia del Hotel Urban, nos ha transmitido la confianza y la seguridad para dar este paso tan ilusionante”, explicaban. La nueva oferta de Cebo tendrá una protagonista ilustre: su famosa croqueta de jamón, ganadora de la Mejor Croqueta del Mundo 2021 en Madrid Fusión.
Barra Alta
En Madrid ya tenemos un pedacito de la Barra Alta barcelonesa del chef Daniel Roca. ¡Y qué vicio! La esencia de ambas ciudades se puede devorar en dos divertidos menús degustación: el Menú Madrid -la ostra escabechada con cebolla crujiente, las patatas bravas o la cazuelita de albóndigas con sepietas son algunos de sus platillos estrella- y el Menú Barcelona -con delicias como la ostra con salsa tibia teriyaki, velo de panceta y huevas o la pluma de bellota Joselito-. Su carta de picoteo también ofrece bocados muy tentadores que no deberíais tardar en probar.
Nanuka
Quizás este sea el descubrimiento más original de la lista: un bistrot de comida georgiana con una preciosa presentación: “Nanuka es una pequeña niña georgiana. Criada en el amor de una abuela, crece disfrutando de la comida y de la cultura de su país. Ahora abre en Madrid su propia casa, un bistrot en el que compartir la pasión de tres generaciones por la gastronomía de Georgia”. En pleno barrio de Chueca podréis degustar los khachapuri que le hacía su abuela cada mañana, o un Kharcho con elarji, que es un suave guiso de gambas con queso, maíz y salsa tradicional de nueces.
Virrey
“Cubiertas por bosques y montañas, con la presencia constante de sus ricas costas, las rutas gastronómicas por el norte son, sin duda, una apuesta segura donde encontrar el mejor producto y poder disfrutar de degustaciones de pescados y mariscos frescos, verduras de temporada de la huerta y las mejores carnes”. La presentación de Virrey es toda una declaración de intenciones: convertirse en el puerto de todos los amantes del Norte en Madrid.
Trafalgar
“Queremos ser un sitio al que puedas ir a tomarte un vino, jugarte un billar o beberte una buena copa. Nuestra generación siempre ha admirado sitios como el Café Gijón o el Cock, clásicos de Madrid, que representaron una época y por eso perduran. Ahora nos hacía falta encontrar un bar de hoy. Puro y duro. Un bar que defina este momento de la ciudad y de nuestra generación. Así que decimos abrir el nuestro”, nos explicaban hace unas semanas David Yllera, Nacho Aparicio y Juan Tena, amigos y creadores del Bar Trafalgar. Su gran barra de cócteles, vinos, champagnes, vermuts, cervezas y destilados; su ensaladilla rusa y sus anchoas sobre brioche y mantequilla ahumada son ya objeto de deseo entre la clientela más hedonista del barrio de Chamberí.
Mola Pizza
Fokacha, la trattoria italiana de Lakasa, cerró sus puertas este verano -ojalá no se hubieran acabado nunca esas pastas imposibles-, ¡pero sigue llena de vida! Ahora, sus dueños la han transformado en Mola Pizza, una pizzería canalla que sigue mantiendo la memoria de aquellas pizzas superlativas elaboradas con masa madre y cocinadas en un horno de piedra con leña de encina. La Abella -con guanciale laminado y aceite de ajo y la Arce -con láminas de solomillo de cerdo ahumado al sarmiento- son dos de nuestras favoritas.
Xeito
El último proyecto de Iván Domínguez es esta nueva casa de comidas gallega que abrió hace tan solo 20 días. “El objetivo no es otro que continuar con lo que hicimos en las Rías Baixas, llevando a la capital una oferta gastronómica más sencilla y más dinámica, manteniendo los mismos principios de siempre: Galicia, producto y espontaneidad”, nos explicaba el chef coruñés. Caldo, empanada, zorza, arroz con chocos, carne ao caldeiro… sus platos nos traen el sabor del Atlántico más puro a la impredecible capital. Y nos sumergimos fascinados en sus suculentas mareas.
Gota Wine
Y antes de enredarnos en alguna de estas barras ilustradas, os dejamos la última pista que tenéis que visitar este otoño: Gota Wine, un bar clandestino que se esconde en la pastelería Acid Bakehouse. Los vinos naturales y las kombuchas son la especialidad de este magnético lugar en el que también se puede picotear al ritmo de la música que nace entre sus sintetizadores.