Que a la reina Letizia le encanta disfrutar del centro de Madrid no es ningún secreto: a pesar de que por su condición no tiene la ventaja de pasar desapercibida como cualquier otro ciudadano de a pie, la soberana nunca ha dejado de hacer planes (de incógnito, eso sí) con su familia.
De Zarzuela a Malasaña, pasando por Lavapiés, algunas de estas escapadas han salido a la luz gracias a curiosos que han compartido en las redes sociales sus apariciones. Y algunas de ellas, claro, han tenido lugar en conocidos restaurantes de la capital. Porque, obviamente, los Reyes también tienen definida su particular ruta gastro… y de ahí que durante todo este tiempo hayamos podido conocer algunos de los gustos culinarios de la reina: entre otras cosas, se sabe que le gusta la comida india, la italiana y el marisco.
Por eso, teniendo en cuenta todo lo anterior y aprovechando que hoy, 15 de septiembre, Letizia cumple 50 años, seleccionamos 10 restaurantes a modo de recomendación para que la Familia Real celebre por todo lo alto este día tan especial.
Ramón Freixa Madrid (Claudio Coello, 67)
Tiene en su haber dos estrellas Michelin: el chef barcelonés Ramón Freixa es, sin duda alguna, uno de los más brillantes del país. Con su restaurante Ramón Freixa Madrid, enclavado en el interior del hotel Único, ha cautivado (y sigue haciéndolo…) al público madrileño y a la crítica especializada. Su cocina es muy personal y en ella revela su carácter innovador, su magistral dominio de la técnica y su pasión por el producto y los sabores mediterráneos. Una parada imprescindible de la capital, a la altura, por supuesto está, de un evento como el que nos atañe.
Portonovo (Aguarón, 7)
Es uno de los restaurantes al que los Reyes ya han acudido en alguna ocasión exclusiva, como por ejemplo en la Confirmación de la princesa Leonor. Abierto por Pepe Limeres y su familia en 1968, tiene más de medio siglo de historia y continúa funcionando bajo la máxima con la que se fundó: «Cocinar el mar». Con clientela empresarial a mediodía (cuenta con varios reservados) y familiar en fin de semana, su primer aliciente es su colección de marisco: centollos, bogavantes, percebes, camarones, cigalas, nécoras, almejas… El segundo, sus pescados, como la merluza, el besugo, el lenguado o el mero. Para repetir.
Ten Con Ten (Ayala, 6)
Somos conocedores de que durante su época como príncipes de Asturias, Felipe y Letizia acudían asiduamente a este conocido restaurante perteneciente al Grupo Paraguas. Y, por qué no, esta puede ser una buena ocasión para recordar viejos tiempos. El local, que lleva más de 10 años en el front row del postureo gastro, es el segundo negocio que abrieron Marta Seco y Sandro Silva (nació como alternativa casual a lo que ofrecían en El Paraguas). Y su fórmula ha creado escuela: aúna cocina cosmopolita e ininterrumpida, servicio profesional y un bonito envoltorio. Su falso risotto de sémola con trufa, su lasaña de alcachofas o su popular pez mantequilla y todo lo demás atraen un par de cientos de personas al día.
Arrogante (Velázquez, 96)
También es sabido que una de sus cocinas favoritas es la italiana: se le ha visto, en muchas ocasiones, en clásicos como Emma y Julia o Più di Prima. Si a la gastronomía del país de la bota quiere sumarle un extra divertido, su sitio es Arrogante, un concepto con todos los ingredientes para una cita inolvidable: una estética rompedora (que nos transporta a un circo vintage, 100% instagrameable), espectáculo durante la cena (ventrílocuos, magos, cantantes de ópera…) y una carta clásica con pastas, pizzas, risottos y carpaccios de producto top.
Numa Pompilio (Velázquez, 18)
Entendemos que los proyectos del Grupo Paraguas (por aquello de Ten Con Ten, líneas arriba) no le disgustan (cosa que no nos extraña, porque Marta Seco y Sandro Silva convierten en oro todo lo que tocan). Y por eso, y por su gusto por la culinaria italiana, les recomendamos que se dejen caer (si es que no lo han hecho ya…) por esta dirección. Situado en el meollo high class, Numa Pompilio luce una decoración que cruza por momentos la línea entre lo refinado y lo barroco, pero su terraza es para entrar y no querer salir. ¿Su propuesta? Mira «a la Italia menos conocida» (que se llame como el segundo rey de Roma y que haya un obrador de pasta a la entrada dan pistas de por dónde van los tiros…), y por eso ahí están el vitello tonnato en salsa de atún de Zahara y encurtidos, la lasaña de faisán o el tiramisú e la nonna Rosa.
Haveli (O’Donnell, 46)
La cocina india, que ofrece tantas opciones vegetarianas, es otra de las preferidas de Su Majestad, que de vez en cuando se escapa de incógnito incluso a pequeños comedores de la ‘Little India’ de Lavapiés. De hecho, y como comentaremos a continuación, el año pasado celebró su cumpleaños en Indian Aroma. Por si quiere repetir, pero en un entorno más romántico, puede probar el nuevo Haveli, del chef punjabí Singh Sukhwinder (ex Benares Londres y Tandoori Station). Uno de los platos de la carta es el cordero de oro al tandoori, cubierto de láminas de oro comestible de 24 kilates. Puro lujo.
Indian Aroma (Ventura de la Vega, 6)
Los Reyes ya conocen este establecimiento consagrado a la cocina india: aquí fue, de hecho, donde celebraron el año pasado el cumpleaños de la reina. El dueño del restaurante, bien orgulloso, inmortalizó el momento y no dudó en compartirlo en sus redes sociales. Ambientado con motivos típicos del país asiático, el local ofrece en su carta múltiples platillos: samosas, prawn puri, curry rogan josh (de cordero picante), pollo y cordero tikka masala… y variedad de panes naan caseros. Todo, en un comedor más arreglado de lo que acostumbran los indios de Madrid.
Salvaje (Plaza de la Moraleja, 1)
No fallará tampoco don Felipe si la invita a Salvaje, una de cuyas sucursales, la de la plaza de La Moraleja, no les pilla lejos de El Pardo. Se trata de un restaurante de cocina fusión japonesa, con un ticket medio de 70 euros, que ha triunfado ya en medio mundo (Panamá, Colombia, Miami…). Coctelería de autor, música y un ambiente de los que les gustan para alargar la cena –lleno de caras conocidas pero todo discreción, sobre todo la zona privada–.
El Jardín de Orfila by Mario Sandoval (Orfila, 6)
Y, si no quieren salir del ambiente palaciego, la pareja de borbones puede escaparse al Relais & Châteaux Orfila, donde podrán hacerle un homenaje a la tía Lilibet, que es como cariñosamente llamaba Felipe a la reina de Inglaterra. Allí tienen un servicio de té (afternoon tea) con esa selección de bocaditos y scones que tanto le gustaba a Isabel II, acompañado de una copa de champagne. La cocina está dirigida también por Mario Sandoval.