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Dicen que los atletas de automovilismo son algunos de los deportistas con mejor forma física. Puede que esto sorprenda a algunos que no consideren su labor tan exigente como la de un futbolista o un tenista, pero las condiciones por las que pasan los pilotos requieren de un alto nivel de condición física y muy buena salud para permanecer en la cima. Por ello, es necesario un plan de nutrición e hidratación específico para cada conductor.
La realidad es que la Fórmula 1 es un deporte exigente tanto física como mentalmente. Los pilotos de esta modalidad están sometidos a fuerzas 2G cuando aceleran, 5G cuando frenan y entre 4G y 7G al tomar una curva, por no hablar de los tensos periodos al volante a gran velocidad. En una temporada típica de F1, los pilotos compiten en más de una veintena carreras a lo largo de ocho meses, a menudo en condiciones extremas de humedad, calor o lluvia. Todo esto plantea un cronograma de viaje muy exigente, que sin duda pone a prueba las necesidades de nutrición y condición física de los conductores.
Esta es la razón de que los pilotos sigan un estricto programa de entrenamiento físico con el objetivo de desarrollar la fuerza muscular, prevenir lesiones y controlar el peso corporal. Este enfoque, centrado en la fuerza, supone una gran parte del entrenamiento desarrollado fuera de la temporada de carreras.
Entrenamientos exigentes
Durante la temporada, los pilotos siguen programas de mantenimiento junto con cierto desarrollo de fuerza basado en objetivos individuales. Los conductores también pasan tiempo realizando entrenamiento cardiovascular como nadar, bicicleta y correr, prácticas que ayudan a controlar el desarrollo corporal. Si bien no está claro cuántas calorías queman los conductores cuando compiten y entrenan, tanto en los coches como en los simuladores, nadie duda de que la nutrición juega un papel clave en su rendimiento físico y mental.
Además, los pilotos de Fórmula 1 deben ser capaces de soportar el calor, ya que las carreras en climas cálidos provocan reducciones de peso corporal de entre tres y cuatro litros en una sola carrera debido al sudor, lo que podría equivaler a una reducción de masa corporal del cinco por ciento Por lo tanto, la hidratación antes y después de la carrera es clave para mantener la concentración y promover la recuperación.
Antes y durante las carreras, los conductores consumen bebidas con electrolitos a base de carbohidratos para ayudar a mantener los niveles de glucosa en la sangre y reemplazar algunos de los líquidos y electrolitos que se pierden al sudar. Aunque la cafeína puede usarse para ayudar a mejorar el estado de alerta y los tiempos de reacción, un exceso de la misma puede contribuir, por otro lado, a la deshidratación como un diurético suave, por lo que solo debe beberse de vez en cuando.
Fuera de las carreras, los pilotos utilizan la nutrición para promover una composición corporal y una fuerza óptimas. Las dietas son generalmente ricas en frutas, verduras y cereales integrales para promover la función inmunológica y la liberación de energía. Los carbohidratos se toman tanto antes como después del ejercicio, sobre todo cuando se preparan para sesiones más largas en el automóvil, para ayudar con el rendimiento.
Louise Sutton, directora de Nutrición para el Deporte y el Ejercicio del Carnegie School of Sports (Leeds Beckett University), explicaba recientemente en un artículo que un piloto de Fórmula 1 debe cuidar su nutrición con la misma exigencia que cualquier deportista que sude la camiseta en el terreno de juego. En este sentido, la especialista recomendaba, ante todo, mantener un alto consumo de proteínas. Esto no solo ayudará a proteger la masa muscular, sino que también promoverá la síntesis de proteínas musculares y el desarrollo de la fuerza.
Los conductores no solo deben considerar el total de proteínas sino también el tipo de estas. Esto supone a alrededor de dos gramos de proteína por kilo de masa corporal por día, y su ingesta debe dividirse en pequeñas dosis y consumirse cada tres o cuatro horas. Como principal fuente de proteínas, el pollo y el pescado son las mejores opciones, con alguna que otra carne roja magra.
Es fundamental evitar la deshidratación
Los productos lácteos, legumbres, quinoa y nueces también son opciones. Si un atleta es vegetariano o vegano (caso de Lewis Hamilton), los requisitos para compensar las proteínas animales perdidas serán más altos, por eso es bueno tener fuentes secundarias de proteínas en el plan. La proteína de arroz, por ejemplo, contiene todos los aminoácidos esenciales que requiere un atleta individual y, en general, es mucho más saludable desde una perspectiva digestiva, en comparación con la proteína de suero.
Por otro lado, como ya apuntamos, es fundamental evitar la deshidratación, uno de los mayores riesgos de los pilotos, que pueden llegar a perder hasta un cinco por ciento de su masa corporal a través del sudor en una sola carrera. Los líquidos deben tomarse a sorbos durante la mañana de una carrera, además de consumir frutas y batidos, que contienen carbohidratos para obtener energía. Los zumos de frutas y las bebidas con electrolitos de carbohidratos también pueden ayudar aún más para reforzar la energía y la hidratación.
No obstante, no hay que pasar por alto que lo que un piloto deportivo come y bebe debe cambiar dependiendo del trabajo físico que realice. Los conductores pueden beneficiarse de un aumento de la ingesta de carbohidratos en las jornadas largas de pista; por el contrario, deben reducir la totalidad de carbohidratos y calorías en los días en los que reduzcan la actividad.
Carbohidratos complejos
Cuando hablamos de carbohidratos, no siempre nos referimos a los mismos alimentos. Los especialistas recomiendan a los pilotos deportivos el consumo de carbohidratos complejos (que se queman lentamente), que proporcionan energía más sostenible para usar durante las carreras y los días de entrenamiento más largos. Alimentos como la avena, el arroz integral y algunos cereales suponen una fuente de fibra, además de vitaminas y minerales. El potasio y el magnesio que aporta el arroz integral ayudarán en la transmisión nerviosa, la contracción muscular, así como en la regulación de la presión arterial y el mantenimiento de la hidratación dentro del cuerpo. Por su parte, el fósforo, también aportado por el arroz, regula el pH dentro del cuerpo al amortiguar el exceso de ácidos y álcalis.
A esto habría que sumarle entre cinco y siete piezas diarias de fruta y verdura, que proporcionan muchos nutrientes, incluidas las vitaminas A, K y B6, así como hierro y calcio, que son cruciales para combatir la inflamación. Las frutas buenas para los atletas de automovilismo incluyen moras, frambuesas y arándanos, y son clave para mantener la fuerza del atleta después del entrenamiento y las carreras. Estas, además, ayudarán a mantener una función inmunológica normal
Por otro lado, los intensos viajes de los equipos de Fórmula 1, de una competición a otra, suponen someterse a un cronograma de viaje estricto que puede derivar en malas prácticas dietéticas o contraer enfermedades como infecciones del tracto respiratorio superior. Por ello, prepararse para afrontar esos periodos es fundamental. Asimismo, la buena higiene y el consumo de alimentos familiares son también hábitos muy importantes para prevenir enfermedades cuando se está en otros países.