Normalmente encontramos cuatro o cinco tipos, pero existen hasta “25.000 variedades de tomate”, afirma Santiago Palazuelos, secretario de Simientes Infinitas. Esta asociación sin ánimo de lucro nació en 2020, en el municipio cántabro de Torrelavega, cuando Guy Ferrier, Javier Sánchez Castaños, Florencio Enríquez, junto con otros apasionados del tomate, decidieron unir sus fuerzas para evitar que se perdieran cultivares tradicionales, y con ellos la variabilidad genética hortofrutícola.
Desde entonces, la asociación realiza varias acciones que pretenden lograr una mayor educación y sensibilización medioambiental, como la entrega gratuita de 15.000 plantones de variedades de tomates de herencia a vecinos. “De este modo, los ciudadanos contribuyen al mantenimiento de estas”, señala el secretario de Simientes Infinitas. Y añade: “Una vez pruebas su sabor, no vuelves a las comerciales”.
Festival Internacional del Tomate
Pero, sin duda, el evento más importante que lleva a cabo esta asociación es la realización del Festival Internacional del Tomate, del cual este año se celebra la cuarta edición entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre en el parque Manuel Barquín de Torrelavega. “Nuestro objetivo es llevar el campo a la ciudad. Trasladamos las cajoneras donde cultivamos la planta y las disponemos según colores, calibres y zonas geográficas. Es un espectáculo”, resalta Palazuelos.
No en vano, el festival no solo se ha convertido en una oportunidad para aprender más sobre el mundo del tomate, gracias a las charlas que organiza, sino en un reclamo turístico. “El festival es todo un éxito, desde el punto de vista de impacto económico. Pero, sobre todo, porque se alinea con la Agenda Local y los objetivos y Hoja de Ruta 2030 de Torrelavega, así como con las políticas de naturalización de las ciudades y conservación de la biodiversidad”, destaca Palazuelos.
El compromiso de Simientes Infinitas con la defensa y la recuperación del Patrimonio Hortofrutícola de Cantabria se completa con su banco de germoplasma (en gestación), que responde al objetivo de conservación del patrimonio genético. Este cuenta con más de 1.700 semillas diferentes de tomate, entre las que destacan las variedades de Cantabria, como el Rojo de Isla, Mazcuerras, Negro de Sierrapando o Alto de Cueto. “Una de las más especiales que tenemos es el Señorío de la Vega, un tomate que ha sido desarrollado por Guy, en homenaje a Torrelavega: es verde por fuera y rojo por dentro, como los colores de la bandera de la ciudad”, apunta Palazuelos.
Y es que, para gustos, los colores. El secretario de Simientes Infinitas explica que hay variedades para todos los paladares: “De los verdes elegiría el Green Zebra; de los amarillos, el cherry Champagne; de los naranjas, el Persimon; de los negros, el Negro de Crimea; de los blancos, el Snow White; de los bicolor me quedaría con el Marvel Stripe, y de los rojos y rosados, el Rojo de Isla o el English Rose. Todos están deliciosos. Siempre es un acierto tomarlos en una tostada, en gazpacho, pisto o en una caponata o un ratatouille”.