Llega la hora del postre con el bañador aún mojado y esos 20 y pico familiares que entre los 3 y los 70 años te acompañan en la mesa después de la paella, fabada o pescaíto frito (dependiendo de tu lugar de veraneo) tienen las mismas ganas de ese barquillo que tú. Alguien muy amablemente se ofrece a cortar y montar para todos el sándwich helado casero que, buf, nos trae muchos recuerdos. No es que sea típico de mi casa, es que es típico de todas las casas y, aún así, sigue siendo un gran desconocido. En el día mundial del helado de corte le recordamos y veneramos con sus secretos y curiosidades.
- Primo hermano de la Contessa la barra mítica mítica pertenecía a Frigo en tres colores (nata, chocolate y vainilla o nata, chocolate y fresa) que siempre disgustaban a algún primo no amante del helado de chocolate. Pamplinas. Está buenísimo.
- El de fresa, nata y chocolate se llama Napolitano y su receta data del XIX y en España lo hemos apodado como helado tres gustos.
- Del propio napolitano nace el spumone, un helado italiano hecho en molde y compuesto por capas de diferentes colores y sabores con fruta confitada y nueces. Algo más elaborado, eso sí.
- Es Australia es tremendamente popular y se apoda también mármol. Es típoco cubrirlo con un glaseado rosa.
- El barquillo suele ser débil, ligero y poco azucarado. Míticas galletas Tanis de las que puedes crear hasta un kit kat casero. ¿Nunca lo habías pensado?