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La semana pasada Netflix estrenó ‘La caída de la casa Usher’, una miniserie de ocho capítulos que narra la historia de terror de la caída de un imperio farmacéutico familiar, entre dinámicas de poder y actos de violencia.
Si ponemos el foco en uno de sus episodios, podemos ver como Roderick extrae una botella metálica y le ofrece un trago a Dupin. ‘Henri IV Dudognon Heritage Cognac Grand Champagne. El más caro del mundo. Esta botella costaba cuatro millones de euros en una subasta’, explica Roderick.
‘Producido desde 1776. Envejecido en barricas durante más de 100 años. Y la propia botella bañada en oro amarillo de 18 quilates, con incrustaciones de 4.100 diamantes. Un solo vertido cuesta probablemente el doble de tu sueldo anual’, añade.
Toda esa narrativa aparentemente absurda e ilusoria podría formar parte de una ‘realidad ficticia’, pero no es así. E incluso contiene un grado mayor de opulencia: resulta que una botella de este tipo está bañada en oro de 24 quilates y tiene 6.500 diamantes. Y es que, tal es su valor, que ésta llegó a subastarse en 2008 por 2 millones de dólares.
Así, el director de la serie Mike Flanagan, con la finalidad de intensificar la extravagancia y ostentación familiar, introduce a lo largo de sus 8 episodios varias marcas de licores muy caras, similares a este coñac revestido de oro y quilates.