Sólo hace falta caminar por el Casco Viejo de Bilbao o por el barrio de Indautxu un día cualquiera para darse cuenta de que en esta ciudad vizcaína el socializar y disfrutar de la gastronomía es casi una religión. Da igual el día de la semana, la época del año, la lluvia o el sol, lo importante es reunirse. Porque, ¿a quién no le ha cambiado el ánimo –a mejor– después de un encuentro con los suyos?
Nosotros te proponemos parar, rendirte ante una sobremesa de esas que ensanchan el alma y, a la hora de pedirle al camarero la primera copa, confiar en la Bulldog Gin, la ginebra para aquellos que saben lo que quieren. Tanta personalidad combina a la perfección con la sencillez, esto es, un perfect serve sin artificios a base de una tónica de sabor neutro, hielo roca, una rodaja de lima y, si no le tienes miedo a nada, un toque de pimienta negra. ¡Que empiece lo bueno!
- Dike 1. Dique, 1
Desde su inmensa terraza de cristal verás la ría en pleamar, la puesta de sol y podrás disfrutar de su cocina de identidad bilbaína, pero con influencias de todo el mundo: kokotxas de bacalao en tempura, carrillera de vaca y mole, o anchoas del Cantábrico con tosta de brioche, piquillos y caviar. Tradición con un lado salvaje, ambiente relajado que va elevándose conforme se acerca la noche. Luces, copas perfectas ¡y acción! Además, también cuenta con la posibilidad de organizar tu fiesta privada en un amplio espacio, interior o exterior.
- Appairage. Máximo Aguirre, 39
Al entrar, se descubre un local moderno con un concepto art déco. Después, un proyecto muy personal que tiene a Yulli Gutiérrez, propietaria de La Compañía del Ron, emblemático negocio de la ciudad con más de 25 años de vida, y a Gontzal Cruchaga como propietarios. Afirman que aquí se preparan las mejores copas, así, sin anestesia, que para algo estamos en Bilbao. Pero antes, mejor coger “fondo” con sus pintxos; ¡y vaya pintxos!: ensalada templada thai, solomillo de ciervo con foie, carabineros flambeados con mezcal, tartar de atún, pulpo a la gallega… Así cualquiera.
- La Destilería. Indautxu, 1
Su nombre lo dice todo, aquí se bebe y se bebe bien. Para ello, echan mano de los mejores destilados, como la ginebra Bulldog, y después, mucho conocimiento, saber hacer y cariño son el resto de los ingredientes necesarios para disfrutar de una copa de aúpa. Bueno, y en este caso, también tónica, hielos, lima y un toque de pimienta negra para los más atrevidos. Ubicado en el centro de Bilbao, este local es ideal para tomar una copa al aire libre, porque la calle en la que se ubica es peatonal; pero en esta época del año apetece más quedarse dentro, donde podrás escuchar los grandes clásicos de todos los tiempos.
- Sir Winston Churchill. Sabino Arana, 1
En la plaza del Sagrado Corazón, entre el ir y venir de coches y peatones, se esconde esta joya de la hostelería. Un lugar de esos que ya no quedan y deberían ser Patrimonio de la Humanidad. 40 años lleva abierto este pub inspirado en las costumbres del primer ministro británico, siendo una de ellas su afamada pasión por los puros (por eso cuentan con un “humidor” con más de 40 variedades de puros de alta calidad). Pero no sólo puros, y es que estamos seguros de que, como buen británico que era, a Churchill la London Dry Gin más premium le habría gustado, y mucho. Entre sofás de cuero, elegancia e intimidad, se pierden las tardes y empieza la vida.
- La Patente. Henao, 6
Sólo te decimos una cosa, han sido nombrados los vencedores en el Campeonato Gin & Tonic Regional de Bizkaia. En concreto fue su barmaid Noe López la que se alzó con la txapela de honor. Poco más necesitas para admirar su destreza tras la barra y confiarle la preparación de un Gin Tonic premium en tu copa negra de balón predilecta. Su barra circular es el place to be de cada tarde, y su ambiente el que eleve aún más la experiencia. Después, nada como un paseo por Abandoibarra disfrutando de los últimos coletazos del día y entendiendo que hay veces en las que hace falta muy poco para ser feliz.
- Hunky Dory. Rodríguez Arias, 28
Situado en Indautxu y oculto entre el Florida y el Gildatoki, Hunky Dory emula a los speakeasies de la época de la Ley Seca donde, para poder entrar, hay que ser mayor de edad. Los materiales y el Gin Tonic premium servido sin adornos son los protagonistas, los cuales reviven el origen de los lofts de los años 50 en Nueva York. Busca en su carta el apartado “&… More” para deleitarte con sus aperitivos de autor. Y recuerda que aquí lo que se lleva es compartir culturas y momentos.
- Fiero. Gregorio de la Revilla, 3
Es un día cualquiera y tu estómago te recuerda qué hora es. Has quedado con tus amigos y os apetece algo arreglado, pero informal, así que os dejáis caer en Fiero. Tienen ocho platos entre los que elegir: ‘hummus sapiens’, burrata, tacos de costilla, brioche de rabo desmigado o ‘pulpo a Fiero’, su versión del pulpo a feira. Qué bien así, con el apetito satisfecho, pero mejor todavía en la sobremesa, con tu ginebra favorita servida sin muchos artificios. Ahora sí, que empiece la conversación y la confesión.
- LeClub. Hotel Ercilla de Bilbao. Ercilla, 37-39
Este rooftop es bien conocido por los locales gracias a sus vistas 360º a los tejados de la ciudad, los montes que la acogen (por eso se la conoce como el ‘bocho’) y el cielo que la abriga. Una copa bien preparada de Bulldog en la mano, música de fondo a cargo del DJ y, de pronto, los problemas desaparecerán, aunque sea por unos minutos. También es posible cenar a base de pintxos y cocina callejera, véase un salmón ahumado con huevo cocido y alcaparras, quesadillas de jamón y queso cheddar, dim sums vegetales, sándwich LeClub con lechuga, tomate, pollo, bacon y mayonesa, o de centollo al champagne…
- El Cargadero. Dique, 1
Con el proyecto de rehabilitación del barrio de Olabeaga y alrededores (como esa isla de Zorrozaurre que se construye sin prisa, pero sin pausa), esta zona que un día fue industrial hoy está repleta de vida, comercios y nuevas viviendas. Uno de esos comercios es El Cargadero, un punto de encuentro de bilbotarras y visitantes, perfecto para ver la puesta de sol sobre el Nervión. Tiene un ambientazo como hay pocos, algo que ayuda mucho a que disfrutes como nunca de ese Gin Tonic de Bulldog en el que llevas pensando toda la tarde.
- Lula Natxería. Licenciado Poza, 23
Aquí se comen nachos, pero no unos nachos cualesquiera. Llevan mucho tiempo buscando la mejor receta para llevarla hasta el centro de Bilbao y por fin han dado con ella. Aunque es un secreto, sí que comparten algunos puntos clave: son artesanales, están elaborados con mucho cariño, han recuperado recetas humildes y milenarias como es la nixtamalización del maíz, y apostado por los productos de cercanía. Su local tiene una paleta de colores tal que será imposible no contagiarse de la mejor energía. Algo tan bueno hay que vivirlo y celebrarlo con un brindis repleto de copas de balón negras.
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