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Todo está a la vuelta de la esquina. La buena suerte, el paso en falso, la oportunidad que puede que no veas venir, el bar de copas que buscabas y hasta el amor de tu vida. Como diría esa voz en off de tu navegador, siempre acabas llegando a tu destino. En los supermercados ocurre algo parecido. Si a uno se le ocurre la genial idea de preguntar a los que trabajan estas grandes superficies por la leche desnatada, sin lactosa y cero por cierto materia grasa, la respuesta viene en el manual que te dan el primer día que entras a formar parte de este negociado: en el siguiente pasillo.
Sólo se deja al azar que sea en el situado a la derecha o a la izquierda de tu ubicación. Si preguntas por el pasillo de la felicidad, el de las grasas saturadas, la respuesta será la misma. Basta con haber frecuentado estos lugares con asiduidad para saberlo. No hemos hecho la prueba, pero si preguntáramos por la campaña de moda de la temporada otoño/invierno 2021 de Diesel, los amables dependientes nos dirían: «En el siguiente pasillo«. Y así fue.
Cada vez son más las firmas de lujo –y no tan lujo– que filman y fotografían sus ‘fashion campaigns‘ en estas ubicaciones. La razón puede deberse al apetito y a la necesidad de las marcas por formar parte de la rutina de quienes invertimos dinero y atención en sus productos. ¿Por qué no iba a sentirse un Birkin de Hermés como pez en el agua en estos pasillos? ¿Un chándal Nike es sólo para sudar en el gym? Nada como la inclusión de estos complementos y accesorios en las actividades diarias para demostrarlo.
La tendencia ha dado un paso más: la tele también ha caído rendida a esta tendencia. Lo demostró ‘Girls‘, la serie de HBO estrenada en 2012, haciendo que algunas escenas de la tórrida vida de las protagonistas se sucedieran entre latas de conservas y variedades de fruta, o cuando para uno de sus promos la plataforma situó a las chicas en el pasillo más goloso del súper.