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El restaurante gaditano conocido por su innovación culinaria, presenta ahora una serie de licores poco convencionales con los que desafía el mundo de los espiritosos. Y se trata, nada más y nada menos, que de un brandy de cangrejo y una crema de orujo de espinas de atún. Bebidas destiladas directamente del fondo del mar en las que ha intervenido Carles Bonin, fundador de la microdestilería La Destilateca.
Todo ese equipo gastronómico I+D ha experimentado entonces con las posibilidades que puede ofrecer el océano para desarrollar esta nueva bebida llamada ‘brandy de coñeta‘(cangrejo) elaborada con cáscaras del crustáceo. Éste se sirve en un vaso junto a una salsa americana de coñeta y la salsa francesa beurre blanc con vainilla.
Otra de sus sorpendentes iteraciones marítimas se presenta en forma de crema de orujo de espinas de atún, que marida la secuencia de los postres con las notas tostadas del umami y el dulzor de la crema de orujo.