Cuando llega la noche, el BR-X5 Blue Lum de Bell & Ross se encuentra en su salsa. Como un pavo real que extiende su plumaje para atraer la atención, esta novedad de la relojera francosuiza despide una luz azul brillante que concentra todas las miradas a su alrededor. Porque no solo refulgen elementos de su esfera como las manecillas esqueletadas de las horas y los minutos, la aguja de los segundos, los índices horarios, la subesfera de la reserva de marcha de tres días a las 9 h y la ventana de la fecha a las 3 h. También lo hace toda su caja cuadrada con esquinas redondeadas.
Ésta es una versión del modelo BR-X5 Green Lum que Bell & Ross alumbró el año pasado, en aquella ocasión con luminiscencia de color verde. Para fabricar ambos, la marca se ha valido de un material inédito, el LM3D, hecho a partir de fibras de cuarzo con elementos fotoluminiscentes. La caja multicapa de 41 mm de ancho y 12,8 mm de grosor presenta una estructura interna de titanio de grado 2 con acabado DLC (Diamond-Like Carbon o carbono tipo diamante) negro cubierta con capas de LM3D. El dial se ha pintado de negro mate para buscar el mayor contraste con la caja, porque tan necesaria es la luminosidad como la legibilidad.
Las indicaciones luminosas de los relojes datan de la década de 1930, cuando se aplicaban sobre todo a ejemplares preparados para la aviación y para practicar el submarinismo, actividades que se desarrollaban en entornos de visibilidad reducida. Pero entonces estaban a años luz de los componentes que se utilizan hoy. Al principio se empleaba radio, con los peligros que conllevaba para la salud la exposición prolongada a este elemento radioactivo, cuyas emisiones luminosas eran más bien breves. Después llegó el tritio, menos potente pero más seguro para manipular. Y a partir de 1993 (un año antes del nacimiento de Bell & Ross) se introdujo la Luminova, una sustancia formada por cristales de óxido de aluminio, que se mejoró con la Super-LumiNova.
Bell & Ross ha llevado la innovación en luminiscencia por bandera a lo largo de su trayectoria, con una misión: democratizarla. En 2017 lanzó el reloj BR 03-92 Horolum y el BR 03-92 Nightlum un año después, con la idea de que su luminiscencia fuera intensa. En los últimos años ha ido ampliando la superficie luminiscente de sus productos, añadiendo una mayor variedad cromática en la irradiación, hasta llegar al BR-X5 Blue Lum actual.
Dentro de esta pieza hermética hasta 100 metros, aproximadamente, late un movimiento automático certificado por el Cosc con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora (4 Hz) que otorga una reserva de marcha de 70 horas. Su volante de inercia variable se puede admirar a través del cristal de zafiro del fondo. Con una correa de caucho negro, su precio asciende a 13.900 euros.