Nombres propios

«El Gobierno debe escuchar a los hosteleros», Bill Derrenger (Osborne)

Bill Derrenger - director general de Osborne
Bill Derrenger, director general de Osborne. Foto: cortesía de Osborne.

Hay bodegas que son más antiguas incluso que algunos países. Y la jerezana Osborne es una de ellas. Sus casi 250 años de historia supera a la existencia de EE UU como nación, el país natal de Bill Derrenger, su director general, que charló con nosotros en una nueva edición de #TapasLive.

Aunque en realidad Osborne es mucho más que una bodega. Porque además de dedicarse a producir sus fantásticos vinos, la compañía es propietaria de marcas como el jamón de bellota 100% ibérico Cinco Jotas, los brandies Carlos I y Magno, la ginebra Nordés y Anís del Mono, entre otras. «Nos dedicamos al negocio del disfrute», asegura Derrenger, «intentamos proporcionar momentos bonitos a nuestros consumidores. Nuestros productos son auténticos, vienen de la tierra. Son para compartir con esos amigos a los que ahora echamos tanto de menos. Para mí es un privilegio trabajar para una compañía así. Y el ser una empresa tan longeva nos da unas pautas para superar los momentos tan difíciles que estamos viviendo».

Historia de superación

Como a todas las empresas relacionadas con la hostelería, la crisis del coronavirus ha golpeado fuerte a Osborne. Aunque Derrenger afirma que aunque «nadie se podía imaginar que lo que teníamos encima iba a pasar», a ellos les ha pillado «trabajando y con los deberes hechos. Tenemos una estrategia muy clara y muy sólida que ya estaba en marcha. Tenemos un consejo de administración que se ha implicado muchísimo y que ha liderado con ejemplaridad desde los primeros días, o antes, del estado de alarma. Un comité de dirección muy consolidado y una organización súper comprometida».

Además de la propia cultura empresarial de la familia Osborne, «que a través de su historia ha ido superando crisis tras crisis, guerras mundiales y civiles, la anterior gran pandemia de 1918... Y lo ha superado gracias a esta forma de ser. Los valores de la compañía están para ayudarnos a tomar decisiones».

Una de los aspectos que destaca Derrenger para sobrellevar esta crisis es la comunicación. «Nos hemos dedicado a escuchar mucho, y después, a actuar con rapidez. Lo primero de todo ha sido cuidar a lo que es más importante, la sociedad y nuestra empresa, a nuestras personas». Por eso, además de instaurar el teletrabajo en los puestos que era posible y equipar de las medidas de protección necesarias a los empleados de sus cinco plantas de producción que han seguido al pie del cañón, «también se ha puesto el foco en la formación, para ayudarles a entender cuáles son los protocolos a seguir».

#ConEstoTambiénPodremos

Además de la comunicación interna, la externa también ha jugado un papel clave. El grupo ha impulsado la campaña #ConEstoTambiénPodremos, una iniciativa que pretende lanzar un mensaje alentador a la sociedad española. En un gesto histórico, rotuló con ese mensaje uno de sus icónicos toros.

En concreto, el situado en el Puerto de Santa María, sede y origen de la compañía, por el valor simbólico que tiene esta ubicación para el grupo. Es el primer mensaje impreso que aparece en este icono de la cultura española desde hace más de 20 años. «Ha sido una iniciativa muy bonita. Tenemos la misma obligación de dar resultados que cualquier otra empresa, pero más allá de esto, todos los que trabajamos en Osborne tenemos una carga de responsabilidad adicional al tratarse de una empresa icónica para España. Y por eso hemos querido animar a la sociedad con un símbolo tan importante como es el toro de Osborne».

El toro de Osborne de El Puerto de Santa María, también tiene algo que contar.

Además, desde el decreto de alarma, la compañía ha llevado a cabo distintas medidas para echar una mano contra la crisis. Una de ellas, en coordinación con la Federación de Bebidas Espirituosas (FEBE), es que puso a disposición del Ministerio de Sanidad sus destilerías y su equipo humano para la producción de alcohol sanitario.

Confianza y formación

Desde luego no han perdido el tiempo. Y aparte de las medidas solidarias comentadas, internamente han aprovechado esta situación para «acelerar la digitalización de la compañía, volcarnos en el canal de comercio electrónico (donde hemos tenido un crecimiento muy potente del 100%) y formar a nuestro equipo y prepararles mejor para la vuelta. Hemos dado más de 100.000 horas de formación a nuestros trabajadores». A lo que habría que añadir otro programa educativo de cuatro semanas, puesto en marcha por la Fundación Osborne, para los profesionales de la hostelería en general.

¿Y qué más se puede hacer para salir de esto lo antes posible? Derrenger recalca la necesidad de comunicar, pero sobre todo de escuchar. «Las empresas tenemos que escuchar a nuestros clientes, y el Gobierno a los hosteleros y las diferentes asociaciones y federaciones, para asegurar que actuamos con responsabilidad para poder volver, cuando toque, con mucha confianza a nuestros queridos bares. Y transmitir esa confianza a los consumidores y a los turistas».

Y aunque toda la sociedad se ha digitalizado enormemente estas semanas, asegura que «las experiencias compartidas siempre van a ser una parte fundamental de nuestro negocio y tenemos que intentar que vuelvan, con prudencia, pero lo más rápidamente posible».

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