En los últimos tiempos, hemos visto como los consumidores han cambiado sus estilos de vida a unos más saludables. Este cambio ha afectado directamente a las marcas de comida basura, que se han visto obligadas a adaptarse y a comercializar productos más saludables, como ensaladas o bebidas sin azúcares.
Pero este no es el único problema de estas marcas. Un nuevo estudio llevado a cabo por la organización Cancer Research en Reino Unido, ha encontrado un vínculo directo entre la publicidad de comida rápida y la obesidad entre los jóvenes. “Está demostrado que la exposición a los anuncios de televisión empuja a los jóvenes a consumir comidas que son ricas en grasas, en azúcares y sal”, revela Jyotsna Vohra, responsable de la investigación, al periódico The Guardian.
Según el estudio, las probabilidades de ser obeso se multiplican por dos si los jóvenes han visto publicidad de comida basura. Además, relacionó las horas de consumo televisivo con la obesidad. Quienes ven la televisión más de 42 horas a la semana, tienen el doble de posibilidades de ser obeso que quienes las consumen menos de 7 horas a la semana.
Este estudio demuestra que realmente existe un vínculo entre la publicidad de comida basura y la obesidad, lo que supone un gran problema para las marcas de comida rápida. ¿Qué crees que pasará ahora? ¿Se regulará la publicidad para este tipo de comida?