La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha trasladado este jueves «un mensaje de compromiso» por parte del Ejecutivo central hacia los agricultores españoles, y ha criticado comentarios que sobre ellos se han escuchado desde Francia y que ha considerado «impropios» de personas que «están o han estado al frente de las instituciones, o han tenido responsabilidades de gobierno» en el país vecino.
Teresa Ribera se ha pronunciado así en un foro informativo organizado por la Cadena SER en Sevilla la víspera de que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se reúna con las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias –Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA)– en un intento de frenar las protestas planteadas por agricultores españoles para las próximas semanas.
En esa línea, Teresa Ribera ha defendido la «voluntad de diálogo permanente» del ministro Planas, del que ha destacado que va a recibir «inmediatamente» a dichas organizaciones agrarias para escucharlas «de primera mano», y ha subrayado también lo que el Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho «en todos estos años» en relación a dicho colectivo.
Así, ha manifestado que «ha habido un esfuerzo muy grande en los momentos más duros, en los momentos de pandemia, de crisis energética con precios», y «una defensa del campo español en las decisiones tomadas por el Gobierno, pero también en el contexto donde en estos momentos aparenta estar la preocupación colectiva de los sectores rurales en todos los Estados miembros de la Unión Europea, que es en Bruselas».
De igual modo, Teresa Ribera ha apuntado que «hay comportamientos que no son tolerables», y «hemos escuchado de parte de algunos de nuestros vecinos comentarios que considero impropios de personas que están al frente de las instituciones o que lo han estado, que han tenido responsabilidades de gobierno en el caso francés».
Al hilo, la vicepresidenta tercera ha considerado que «está claro que los agricultores españoles no solamente cumplen con las normas que les corresponde y contribuyen de forma muy importante a la seguridad alimentaria», sino «también a la fijación de personas en el terreno», lo que «nos permite una mejor gestión del territorio», y ha subrayado que «merecen evidentemente todo el respeto».
Sobre las «cuestiones concretas» que puedan reclamar los agricultores, la ministra para la Transición Ecológica ha abogado por «esperar a ese diálogo» con el departamento de Agricultura para «entender bien dónde pueden estar aquellas preocupaciones en las que desde el Gobierno de España se puedan facilitar soluciones, y ver qué cuestiones estructurales necesitan un enfoque diferente».
La titular para la Transición Ecológica ha agregado que, por su parte, «desde la perspectiva del agua somos conscientes de lo importante que es ser realistas con respecto al agua disponible», y «optimistas con respecto a la cantidad de agua disponible que pueda sumarse a lo que hoy conocemos que pueda llegar a ser una realidad cada vez más presente en nuestros días», y ha defendido que «toca hacer una gestión enormemente eficiente», y «esto es lo que estamos intentando hacer también en este nuevo ciclo de planificación», según ha concluido.