La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) urge al Gobierno a que apruebe «cuanto antes» un decreto ley de sequía para paliar el «drama actual» del sector, ya que en algunas zonas regables «sólo se dispone del 20% del agua necesaria para desarrollar la actividad».
Así lo ha manifestado este jueves el secretario general de Fenacore, Juan Valero de Palma, en su intervención durante la Jornada de presentación de la revisión de los Planes Especiales de Sequía celebrada en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Valero de Palma, tras insistir en la «dramática situación» de los regantes, ha subrayado que «hay miles de agricultores en una situación muy complicada por la falta de agua y que afrontan con una gran incertidumbre cómo su medio de vida está ahora amenazado».
Ante la sequía actual, es, a su juicio, «muy importante que se incorporen en la gestión del agua criterios jurídicos porque al final las sequías generan conflictos y los conflictos en un Estado de Derecho se tienen que resolver aplicando la ley, que es el instrumento para ordenar la convivencia».
Tras considerar que hay que «corregir numerosos aspectos en la normativa actual», ha reiterado la necesidad de que el Gobierno haga un análisis adecuado sobre los usos del agua, que «pondere de manera equilibrada los intereses de todos y aplique las restricciones con la equidad necesaria».
El secretario general de Fenacore aboga por que los planes de sequía «mejoren la seguridad, la garantía y disponibilidad de agua para atender la demanda del sector, ya que es su medio de vida».
La organización de regantes reitera la necesidad de estudiar «caso por caso» las causas de la sequía, que «pueden estar relacionadas con la falta de lluvias, los efectos del cambio climático, el crecimiento de todas las demandas, la poca eficiencia en los usos, el incremento de caudales ecológicos o la menor escorrentía superficial a causa del abandono de los cultivos de secano, sobre todo en la España interior, cuya superficie forestal ha ido colonizando tierras de cultivo absorbiendo más agua en la superficie».
Para Valero de Palma, el regadío «no es culpable de las restricciones de agua por la sequía, frente a quienes critican sin datos e injustamente al sector». En este punto, ha criticado que, en materia de agua, el Gobierno «priorice los objetivos ambientales frente a los agricultores que ven amenazado su medio de vida».