Polonia pedirá el próximo martes que productos como la carne de aves de corral, los huevos y el azúcar procedentes de Ucrania queden excluidos de la plena exención de aranceles que la Comisión Europea planea prorrogar hasta junio de 2025 ante lo que consideran importaciones «excesivas» que causan problemas en su mercado.
Así lo recoge el texto que la delegación polaca presentará a los ministros de Agricultura de la UE en su reunión del martes y que subraya la necesidad de incluir soluciones eficaces para evitar las importaciones agrícolas excesivas procedentes de Ucrania y su impacto negativo en el sector agrícola de la UE y sus Estados miembro, en particular, los fronterizos con Ucrania: Bulgaria, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Rumanía.
Los ministros de agricultura de estos cinco países ya reclamaron por carta a la Comisión la imposición de aranceles a la importación de cereales ucranianos alegando competencia desleal e instaron al Ejecutivo comunitario a proteger a los agricultores europeos de las perturbaciones del mercado causadas por los productos agrícolas ucranianos, sugiriendo aranceles sobre aquellos más «sensibles» entre las posibles soluciones.
La exención de aranceles es una medida en vigor desde junio de 2022 para ayudar a Kiev a recuperar sus rutas comerciales con el exterior, lastradas por la invasión rusa, y que la Comisión ha prorrogado en varias ocasiones, la última, hasta junio de 2024.
Fuentes comunitarias han explicado a Europa Press que la propuesta de prórroga de las exenciones arancelarias en la que trabaja Bruselas ya incluye salvaguardias «más estrictas» para abordar las «sensibilidades» políticas expuestas por los Estados miembro en primera línea, una voluntad que los polacos ven con buenos ojos pero que consideran todavía insuficiente.
«Nos ha complacido la información sobre la intención de la Comisión de incluir disposiciones sobre procedimientos acelerados de cláusulas de salvaguardia y la posibilidad de aplicar medidas regionales en caso de perturbaciones en los mercados», señala el texto, aunque pide también «incluir en el nuevo reglamento disposiciones que protejan mejor que en la actualidad contra las importaciones excesivas procedentes de Ucrania y los consiguientes problemas de mercado».
Además, Polonia considera que la posibilidad de utilizar instrumentos de salvaguardia en el nuevo reglamento debería aplicarse a todas las mercancías, incluidas las plenamente liberalizadas en virtud del acuerdo de la Zona de Libre Comercio de alcance amplio y profundo (DCFTA, por sus siglas en inglés) con Ucrania.
La delegación también ha reiterado que «al menos en el caso de la carne de aves de corral, los huevos y el azúcar, en los que ya se ha producido y sigue produciéndose un aumento especialmente importante de las importaciones en la UE, estaría justificado excluir dichos productos de la plena liberalización arancelaria».
Así lo creen los polacos porque «las medidas de salvaguardia se activan, por definición, cuando ya se han producido perturbaciones del mercado, mientras que los contingentes arancelarios permiten prevenirlas» y porque consideran que, de este modo, se ofrece «más previsibilidad» también a los exportadores ucranianos frente al «riesgo de constante de introducción de medidas de salvaguardia».
Sin embargo, añaden que «si no hay exenciones de la cobertura de productos bajo este reglamento, sería necesario, al menos, considerar el inicio de un procedimiento de salvaguardia sobre las importaciones de estos bienes en el momento en que entre en vigor la prórroga».
También solicitan a Ucrania que acelere el cumplimiento de sus compromisos en materia de armonización de la legislación ucraniana en el ámbito de las normas y requisitos de producción agrícola.
Ucrania ya accedió en septiembre de 2023 a adoptar medidas para controlar la exportación de cereales a la Unión Europea con el fin de evitar distorsiones del mercado en los cinco países más afectados, pero fuentes comunitarias afirman que no habrá oportunidad de comprobar si ese plan de acción puede funcionar hasta que estos países no retiren sus propias medidas unilaterales e «ilegales».
En un caso extremo, la Comisión podría llevar a estos gobiernos ante los tribunales, pero fuentes de la UE dicen que es preferible no hacerlo, razón por la que Bruselas optará por extender la exención a Ucrania con garantías para las peticiones de estas capitales.