Las protestas de agricultores en varios países europeos, incluida la concentración de más de 1.300 tractores este jueves en Bruselas, y las reservas de países como Francia e Irlanda al acuerdo de libre comercio con Mercosur se han colado en la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la que inicialmente el asunto central era presionar al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, para que levante su veto a la ayuda común de 50.000 millones en cuatro años para Ucrania.
«Este acuerdo no puede ser ratificado en su forma actual», ha avisado el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, a su llegada al Consejo Europeo extraordinario y hacerse eco de las recientes declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, para quien las condiciones del acuerdo de libre comercio con los países de Mercosur resultan inaceptables.
Francia reclama que se añadan al pacto las llamadas «cláusulas espejo» para garantizar que los contingentes que lleguen al mercado europeo de los socios del Cono Sur lo hagan cumpliendo las mismas reglas fitosanitarias, medioambientales y sociales que los productores europeos. Una queja que repiten los agricultores que desde hace días se manifiestan en países como Francia, Bélgica e Italia; y que también apoya Irlanda.
Según fuentes del Elíseo, Macron habló la pasada semana con la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, para reclamar que se cesen de inmediato las negociaciones que conduce Bruselas en nombre de los 27 con Mercosur para desbloquear el acuerdo con una declaración aneja que refuerce las garantías medioambientales y de lucha contra la deforestación del pacto.
Varadkar ha asegurado que «no sería justo» que la Unión Europea «imponga» elevados requisitos medioambientales a los productores europeos y «luego se permita importar a otros» sin las mismas obligaciones.
El líder irlandés también ha confirmado que aunque las protestas agrícolas no son parte de la agenda oficial de los mandatarios europeos sí estará presente en la cumbre, porque es un asunto del que ya discutieron algunos de ellos la víspera, en la cena de líderes que el jueves se celebró en el propio Consejo y a la que asistieron una veintena de los 27, entre los que no estaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
También el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, ha dicho al llegar a la cita a 27 que las reivindicaciones de los agricultores deben ser discutidas por los líderes europeos porque «sus preocupaciones son en parte legítimas» y es necesario asegurarse de que los agricultores son «socios» en los esfuerzos necesarios para la transición ecológica.
«Debemos asegurar que reciben precios justos por los productos de calidad que producen y que la carga burocrática que recae sobre ello sea soportable», ha dicho De Croo a la prensa a su llegada a la cumbre extraordinaria que se celebra en Bruselas.
En un intento por calmar los ánimos de los agricultores y a pocos meses de las elecciones europeas de junio, la Comisión Europea ofreció el miércoles aplazar un año la obligación para los agricultores de reservar una parte de las tierras de cultivo a barbecho para recibir parte de los apoyos de la Política Agraria Común (PAC). Para poder acogerse a esta flexibilidad, no obstante, los productores deberán reservar una parte de sus tierras a otros cultivos beneficiosos para la salud del suelo.
Entretanto, al menos 1.300 tractores según el último recuento de la Policía de Bruselas se concentran este jueves en los alrededores de las instituciones europeas para reclamar más apoyos y criticar acuerdos con terceros países como el que se negocia con Mercosur.
«Esta no es la Europa que queremos» o «Hartos de promesas, queremos actos», son algunos de los lemas que se pueden leer en distintos idiomas en las pancartas que exhiben los agricultores en la plaza de Luxembourg, frente al Parlamento Europeo, en donde los manifestantes han quemado varios neumáticos y están provocando los primeros altercados y daños.
Las autoridades han reforzado el ya de por sí estricto dispositivo policial que se despliega cuando la ciudad acoge cumbres europeas y han cortado la circulación de los principales ejes de acceso a la zona. Además se ha pedido a los trabajadores de la zona que este jueves optaran por teletrabajar para evitar desplazamientos y las líneas de autobuses que habitualmente cruzan la zona han sido desviadas o suspendidas.