El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido al Gobierno de España y a la Unión Europea que «escuchen» las reivindicaciones de los agricultores, que se movilizan desde el pasado martes por carreteras de diferentes comunidades autónomas.
Así lo ha expresado en declaraciones a los medios de comunicación en Zaragoza, donde ha asistido al acto homenaje al empresario zaragozano César Alierta, organizado por el Gobierno de Aragón como motivo de su fallecimiento el pasado mes enero, y después se ha desplazado a la plaza del Pilar, para participar en el minuto de silencio convocado a las puertas del Ayuntamiento de la capital aragonesa en recuerdo a los dos guardias civiles asesinados tras ser embestidos por una narcolancha en Barbate (Cádiz).
Garamendi ha manifestado que CEOE «está con el campo», un sector «básico» para España, puesto que los agricultores, que estos días protagonizan las protestas en las carreteras con sus tractores, son los empresarios y autónomos más pequeños. Este sector, ha apuntado, tiene quejas, anhelos y peticiones que desde la patronal «hemos respaldado».
En este punto, se ha referido a la competencia desleal, «ese ‘dumping’ que se practica a través de terceros países que no cumplen las normas que marca Europa». Ha considerado que la legislación europea en esta materia es «excesivamente exigentes» con el campo español.
También ha defendido resolver el exceso de burocracia, otra de las demandas de los agricultores, porque es «gratis», a lo que ha añadido que el pequeño agricultor en España «está asfixiado» en este sentido.
MOVILIZACIONES
Con respecto a las movilizaciones, que afrontan su séptima jornada, Garamendi ha respaldado la propuesta de la organización agraria Asaja de que las protestas se desarrollen de forma «tranquila, pacífica y, en cualquier caso, nunca perjudicando a terceros».
«No nos peguemos un tiro en el pie perjudicando a otros sectores» y que cueste millones a España, dado que eso supondría «un grave problema». En definitiva, ha abogado por «moderación, firmeza y mucho diálogo» en las protestas impulsadas por los profesionales del campo.
SALARIO MÍNIMO
Por otro lado, ha argumentado que sus discrepancias con el Gobierno de España acerca de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se relaciona, entre otros motivos, con el sector primario.
«Una de nuestras exigencias era la necesidad de echar una mano a la gente del campo, especialmente a los más pequeños, la España rural», ha recordado, lo que se traducía en una rebaja en las cotizaciones a la Seguridad Social, porque es una iniciativa que «hubiera aliviado los costes que afrontan».
«No se nos ha escuchado, ha sido taza o taza y media y nuestro planteamiento –desde CEOE– no era tanto de cifra como de una solución», ha diferenciado.