La plataforma EsPlásticos, que aglutina al sector del plástico en España, ha denunciado la «presión» que supondrá para el sector y la economía española la aplicación del Real Decreto de Envases que entrará en vigor este jueves porque arriesga la competitividad de España frente a otros países de la UE e insta al Gobierno a retrasar un año la entrada en vigor del nuevo impuesto a los envases de plástico para no incrementar aún más el precio de los alimentos.
El sector, que acata la nueva normativa, advierte, no obstante, de las dificultades para lograr su cumplimiento, ya que establece una reducción del 20% del número de botellas de plástico de un solo uso en 2030 respecto a 2022. En su opinión, «puede haber dificultades para cumplirlos» y alerta de que su sustitución por envases fabricados con materiales alternativos puede generar «un impacto mayor en huella de carbono de acuerdo a los estudios de ciclo de vida».
En cuanto a los objetivos nuevos de reutilización, EsPlásticos los ve «ambiciosos» pero apuesta por que de momento se consideren «aspiracionales» hasta que se establezcan a nivel europeo con el fin de evitar el impacto económico negativo que exigiría un cambio en el modelo de negocio de las empresas que, en su mayoría son pymes que podrían ver comprometida su competitividad. En todo caso, la plataforma sectorial indica que seguirá trabajando en estos objetivos para que supongan «el menor impacto posible» para el sector.
Asimismo, alerta del impacto de prohibir envases para frutas y verduras en comercios minoristas para cantidades inferiores a 1,5 kilogramos ya que esto afectará «salvo contadas excepciones» a todo tipo de envasados y no solamente a los plásticos.
En ese sentido, destaca que el dictamen del consejo de Estado aconsejaba evaluar la proporcionalidad como la viabilidad antes de hacer efectivo su cumplimiento de esta obligación que afecta directamente al pequeño comercio.
EsPlásticos defiende igualmente que los envases de plástico para frutas y verduras cumplen una función de prevención higiénico-sanitaria y de seguridad alimentaria, trazabilidad y control que contribuye a alargar la vida de los alimentos.
En definitiva, piden una norma armonizada a nivel europeo e insiste en que durante toda la elaboración del Real decreto, el sector ha pedido que las medidas nacionales estuvieran armonizadas con Europa para evitar brechas en el mercado único y que España perdida competitividad respecto a otros países.
Insiste así el sector en que la nueva regulación afectará a las Pymes y a los precios de los productos españoles, al tiempo que la sustitución de unos materiales por otros en la cadena de valor hará difícil el cumplimiento de los objetivos de reducir la cantidad de residuos procedentes de los envases.
El portavoz de EsPlásticos, Luis Cediel, celebra que en el Real Decreto se han tenido en cuenta muchas de las propuestas de la industria y del propio sector, pero, aún así, considera que la normativa «aumentará la presión de un sector que ya de por sí se encuentra muy regulado y necesita estabilidad y certidumbre para poder hacer las inversiones adecuadas, a lo que se suma además el nuevo impuesto que entrará en vigor el año que viene.
Ese impuesto, según explica, solo se aplicará en España a partir del 1 de enero, por lo que pide retrasar un año su entrada en vigor para «no incrementar más aún» los precios de los alimentos y dar un tiempo tanto a las empresas como a la administración para prepararse de forma adecuada para su correcta implantación.